Navegando el Primer Encuentro en Persona (Parte I)
¡Hola, querid@ lector@!
Aquí Elena Ramírez, tu guía en este caótico mundo de las citas online. Hoy, te voy a contar todo sobre el tránsito de la charla virtual al temido primer encuentro en persona. Sí, esa fase crítica donde pasas de ser una encantadora presencia digital a una realidad tangible, con nervios y todo. ¿List@? ¡Vamos allá!
Acto 0: Antecedentes desastrosos
Antes de sumergirnos en la odisea del encuentro actual, permíteme establecer el escenario con un poco de historia previa. Sí, estoy hablando de mis “Antecedentes Desastrosos” en el mundo de las citas. Porque, ¿qué es una buena historia sin un poco de drama previo?. Mi historial en citas podría ser descrito como una serie de comedias románticas, si solo te quedas con las partes cómicas y eliminas el final feliz. Antes de esta cita que prometía ser diferente, tuve algunas aventuras que bien podrían competir en olimpiadas de desastres amorosos.
Desde personas que no son lo que parecen, o que parecen lo que no son… o que ya voy condicionada yo misma por el solo hecho de que les he conocido por una App, mi predisposición a esa primera cita, ya era negativa.
Es decir, que solo pensar en ponerme delante de alguien que no he visto en persona nunca, y volver a hablar de mi vida desde cero… y viceversa… me daba una pereza. Que en cuanto podía, salía corriendo para no volver.
Hasta ahora no he llegado a tener una segunda cita con nadie procedente de una App o de un Chat. Así que las quinielas no están a mi favor.
Pero… ¿Quieres saber qué pasó en esta cita?.
Acto I: Preparativos Pre-Encuentro
El primer tema a resolver, ¿cómo hacer que esta cita, no pareciera “una cita”?. Porque solo con recordar mis antecedentes, se me quitaban las ganas de quedar. Así que nada de “Citas-Entrevistas”, donde te sientas en el minuto uno, y al 10 ya quieres salir corriendo del aburrimiento… Esta cita tenía que ser especial. El “pretendiente-contrincante” (ahora te explicaré por qué lo de contrincante, jejeje) merecía la pena, y si no quería que la cita terminara como todas, tenía que pensar una manera de darle la vuelta a esta “cita-no cita especial”.
Pero… ¿cómo transformar esa primera cita en una quedada divertida y diferente?. Muy fácil, me dije a mi misma. Vamos a proponer un partidito de Ping Pong antes de las cañas. ¡Wuaaaaaala!
Sí, ahí estaba yo por el whatsapp diciéndole a mi -no cita- “ojos verdes-miel” si le apetecía jugar conmigo al Ping Pong en nuestra primera cita, jejejeje. Se qué ahora mismo te estás riendo querid@ amig@, pero así es. Y así lo hice. Se lo dije, y lo que es mejor, a él le gustó la idea, o eso me pareció. Y su predisposición a complacer mi “locura” me dio más ganas de tener esa primera “no cita” con este hombre tan interesante y especial. Porque hay que reconocer, que podría haberme mandado a la mierda directamente, o pensar que estoy pirada. Pero algo raro debe ser él también, como yo, para acceder a este híbrido de cita xD.
¿Y qué pasó? ¿Quieres saber cómo fue la cita?, la semana que viene te lo cuento. Te pido disculpas por dejarte a medias, pero es que la cita lo merece, y hay mucho que contar, jejeje.
¡Hasta la semana que viene querid@ lector@!