Querida mujer soñadora que estás al otro lado,
¿Cómo te encuentras hoy?
Piénsalo. No me des la respuesta automática de: estoy bien. Quiero que te pares, te observes, te escuches, y luego me respondas con total sinceridad, sin tapujos, sin decir lo que parece que tienes que decir. Cualquier respuesta es válida e igual de correcta.
Hoy vengo a presentarte este espacio, Entre líneas y emociones. Un rincón donde puedas respirar, soltar y reencontrarte contigo misma. Un rincón donde puedas ser tú, donde podamos ser solo nosotras.
Me gustaría que esto se convirtiese en nuestra quedada mensual.
Cada mes te escribiré como si estuviéramos compartiendo un café. Hablándote de amor propio, autoestima, soltar la culpa, maternidad, relaciones de diferentes tipos…
Bueno, ya te haces una idea. De eso que hablan las amigas.
Pero si quiero ser tu amiga, tendrás que saber quién soy, ¿no?
¡Pues allá va!
Me llamo Sandra, soy una mujer soñadora, con inquietudes y dicen que imparable, de esas que consiguen todo lo que se proponen, y gracias a eso, estoy aquí.
Mi vida ha pegado un cambio drástico en los últimos 5 años. ¿Cómo se originó? Convirtiéndome en madre.
Hace 5 años fui mamá de una niña que vino a removerlo todo. Mara.
Gracias a ella estoy donde estoy. Cumpliendo sueños que ni siquiera sabía que tenía.
Dicen que ser mamá te roba tiempo, y no lo discuto, pero en mi caso, me dió vida.
Después de más de 10 años trabajando en un hospital privado con contratos discontinuos. Creyendo que mi propósito era seguir ahí. Llegó ella, provocando un despido improcedente, el cual me llevó a lo que creía que quería. Ser indefinida.
¿Cómo supe que ese no era el camino?
Pues mi cuerpo me dijo un “hasta aquí” y acabé en una mesa de quirófano.
Estoy bien, por si te lo estás preguntando, pero ya no trabajo en un hospital.
Ahora soy experta en inteligencia emocional, bienestar y liderazgo; Coach ontológico; Educadora en disciplina positiva, entre otras cosas.
Empecé a escribir en las redes sociales, y las editoriales empezaron a interesarse por mí. ¡Cuatro editoriales en menos de cuatro meses!. No me lo podía creer. ¿Pero qué tipo de broma es esta?, pensaba. Y de ahí, nació mi libro, Loaira.
Loaira me hizo sentir como Sara Jessica Parker. Yo, sentada con mi portátil, en el ventanal de una cafetería…¡ y mírame ahora! ¡escribiendo en una revista!! ¿Te puedes hacer una idea de cómo estoy, no? Acercándome pasito a pasito a un sueño.
Por si te lo estás preguntando, Loaira, es una palabra gallega. Significa el primer rayo de sol después de la lluvia, y eso era lo qué quería que fuese mi libro. Un rayo de sol para todos aquellos que lo necesiten. Un libro que te acompañe en tu crecimiento, en tu florecer.
Ese es mi trabajo ahora mismo. Acompañar a personas a su mejor versión. Hacerles saber que no están solas, que yo estoy ahí, y que las entiendo perfectamente, porque yo, también pasé por eso.
Y por eso estoy aquí, para que veas que no estás sola, que también puedes estar cansada, que no tienes que poder con todo, todo el tiempo. Que sueltes el control, la autoexigencia, el saboteamiento, el látigo…..
¡Suéltalo todo y sé libre! Aunque sea por este ratito mientras estás leyendo esto.
Como ves, sé lo que es sentir el mundo sobre tus hombros, pero también sé, que dentro nuestra tenemos una fuerza que nos hace capaces de transformarlo todo.
Así que, querida mujer imparable, ¿me acompañas en esta nueva aventura? Tal vez, juntas, podamos descubrir que después de la tormenta, siempre llega un rayo de sol.
Me encantaría que formaras parte de esto, conocerte un poquito más, saber que piensas y si estas palabras resuenan contigo.
Gracias por estar a mi lado. ¡Te escribo pronto!
Con cariño,
San