Hoy 8 de marzo sin duda es una fecha señalada en el calendario. Cada año, por una u otra cosa, siempre lo he pasado siendo una Mujer fuerte capaz de comerme el mundo. Y si no ha habido nada importante, he intentado pasarlo haciendo lo que más me gusta, pintando y trabajando fuertemente. Sinceramente, creo que se construye mucho más demostrando la capacidad de trabajo que tenemos las Mujeres, que de ninguna otra forma. Me considero sin duda una Mujer feminista y creo que ésta es la mejor forma de hacer feminismo. Para mí son heroínas todas aquellas Mujeres que en contra de todo, han conseguido hacerse ver en un mundo de hombres. Y cada año pido a este mundo que ojalá termine de avanzar y este tipo de días no merezcan reconocimiento y no sean necesarios, eso indicaría que ya somos iguales.
Este año me han pedido desde el cole de mi niña que vaya a contar mi trayectoria profesional; hablando con la profesora de mi hija me dice que lo que más le interesa es que cuente si he tenido dificultad para abrirme camino en mis dos profesiones y si aún sigo teniendola.
La estructura de la charla me encanta. Ya que por desgracia sigue habiendo mucho camino que andar y por tanto, mucho que transmitir. Os paso a describir algunas de las perlas que me han ocurrido a lo largo de la vida. Recuerdo con rabia como, después de haber estado un verano en la Escuela de escultura de Macael, con una beca reservada para el alumnado de quinto y que con mi empeño gané en tercero de carrera; donde lo más normal era cortar con una radial, usar un martillo compresor y mil herramientas; fui a una ferretería de la Chana de Granada, cerca de mi piso, a comprarme una radial. Quería una de las grandes,con disco de diamante para cortar mármol. Yo tenía por aquel entonces veintidós añitos. Varios hombres que había allí empezaron a bromear diciendo que tuviera cuidado al arrancarla que me podía caer de culo. La juventud y mi cortedad hicieron que fuese incapaz de defenderme y responder. Me fui de la ferretería sin la radial. Los hombres quedaron de lo que eran, unos burros machistas y el dueño perdió una venta.
En cuarto y quinto mi obsesión era sacar matrícula en alguna de las dos especialidades que llevaba adelante a la vez. Nadie en la facultad lo había hecho de forma simultánea, era mucho trabajo, vivía en allí de lunes a viernes. Pero me faltaba algo, hice mil proyectos escultóricos que aunaba con los pictóricos, recibía la enhorabuena del profesorado que se unían para corregirme, pero en cuarto no conseguí las Matrículas de honor, parecía que estaban destinadas a mis compañeros. Que sintiéndolo mucho no es que destacaron con su trabajo por encima de los demás. En quinto si lo conseguí, me dieron la Matrícula de honor en pintura y en Escultora. Os puedo asegurar que no me regalaron nada. Esos hombres que creían que se las merecían me dejaron de lado.
Una vez terminada la carrera intenté abrirme paso en el mundo de las artes, sigo haciéndolo. Como he comentado en anteriores post, esto es otro mundo que no vengo ahora a descubrir. La Mujer ha estado oculta a lo largo de la historia del arte. Muy pocas en su momento eran reconocidas, otras escondían su arte detrás de un pseudónimo masculino. No tenían permiso para entrar en las academias y pintar desnudos, su sensibilidad frágil probablemente no estaba preparada para ver a un hombre, o en su mayoría de las veces, a una mujer desnuda; solo los hombres podían hacerlo. Tenían permitido solo bodegones o retratos femeninos y autorretratos.
Pocas, demasiado pocas a día de hoy están en los libros de arte. Sofonisba en el siglo XVI, Artemisia en el XVII. En el XIX eramos la Femme fatale y serán los impresionistas los que dan un paso certero y compartan pinceles con Berthe Morisot y Marie Cassatt (dedicaré un post a estas dos magnificas artistas) En el siglo XX, en las primeras Vanguardias históricas fueron practicamen suprimidas por los futuristas y expresionistas. incluso las repudiaron de nuevo con ese concepto de Mujer fatal que transmitió Munch.
Pintar no podíamos, no nos dejaban, pero éramos el centro de la pintura. Nos han representado de mil maneras, desnudas o vestidas. Hemos sido a lo largo de los siglos un mero elemento más dentro de la obra. Hasta aquí lo puedo incluso llegar a soportar y si lo miro con mis ojos de profesora de arte, hasta lo puedo llegar a entender; hemos sufrido una sociedad regida por los hombres, una historia escrita por los hombres hasta hace dos días.
Pero ocurre hoy en día algo que sigue al menos siendo sospechoso. ¿Dónde va el arte de las miles de mujeres que pasan por las facultades de Bellas Artes del mundo? Un estudio demuestra que cada vez son más las mujeres que terminan la carrera, en concreto un 80%,pero tan sólo un 20% llegan a estar representadas por las galerías de Arte. ¿Qué sigue ocurriendo? ¿Por qué nuestro arte se valora menos?
En imágenes os pongo dos obras con el mismo tema, Judit decapitando a Holofernes: la primera de Artemisia Gentilesqui y segunda de Caravaggio, ambos coetáneos. A la pintora la violaron y el pintor, dicen las crónicas de su época, asesinó a un hombre. Seguro que la primera apenas os suena, construyó su trabajo en torno al caravaggismo italiano y desde mi punto de vista llegó a superar a Caravaggio en la estructura y composición de sus obras; en el terrible naturalismo que presenta su pintura. Caravaggio es conocido mundialmente, de hecho muchas pinturas de Artemisia han sido atribuidas a él. Por qué uno sí y la otra no.
Artemisia Gentileschi Caravaggio
Otro ejemplo, nos vamos al siglo XX a Madrid, los dos pintores realistas, Antonio López e Isabel Quintanilla, el primero archiconocido, la segunda ahora, gracias de nuevo a la Baronesa Thyssen, está sonando en España. La calidad de sus trabajos es parecida, me atrevería a decir que la de Isabel es soberbia, reconozco que Antonio López es el maestro. Los dos, igual, de buenos.
Son tantas las preguntas que me hago cada día y tan pocas las respuestas. que me lleno de rabia e impotencia. ¿Por qué una Mujer no consigue llegar a lo más alto?, o muy pocas, teniendo que demostrar mucho más. Como ya sabéis, hago encaje de bolillos cada día para llevar mi casa adelante, mi trabajo como profesora y como pintora. Por qué sí, llegó a la conclusión, que tengo tres profesiones y por este orden: madre-ama de casa, profesora y pintora. Las tres elegidas, aunque por orden inverso, fui pintora antes que madre. Me gustaría que me contestaran a esta pregunta. ¿Por qué a las Mujeres nos cuesta más triunfar en el mundo de las artes? Un mundo de plena dedicación, en el que día que no cojes los pinceles, es día que no avanzas. Tengo mi estudio en casa y cuantos días la vida te hace imposible coger esos pinceles y los ves cada vez que pasas cargada de ropa para doblar, preparando la comida del día siguiente, llamando al dentista para tu hija, resolviendo cosas de bancos. preparando una clase o corrigiendo exámenes.
Sé que no puedo quejarme, soy afortunada de trabajar en aquello que amo, muy afortunada por tener una familia numerosa y una casa que cuidar. Pero me quiero permitir el atrevimiento hoy 8 de marzo, Día de la Mujer, de querer escapar de todo y refugiarme en mis pinceles.