Después de unos meses de parón, ya que era conveniente para mi recolocar diversos temas personales, entre los cuales existe el Duelo de mi madre, también estoy inmersa y sin haberme dado plenamente cuenta que estoy transitando el duelo en el trabajo, ya que desde octubre empecé mi Pre-jubilación, la cual me permite más espacio personal, aunque al mismo tiempo me estoy alejando de aquel espacio y área de mi vida que la ha dirigido por 47 años, en el mundo sanitario. Y además puedo reconocer que he tenido la suerte de estar en una profesión que me encanta lo que hago.
Últimamente me están preguntando mucho sobre cómo estoy viviendo esto último, y la verdad es que como por inercia me ha llevado hasta aquí la vida, sí que es verdad, que desde hacía mucho que ya estoy cansada del movimiento frenético en el cual vivimos hoy en día en el mundo sanitario, donde casi no hay tiempo para atender, ni escuchar al paciente, y brinda más los números que la calidad y la atención al paciente y yo esta parte nunca he conseguido llevarla bien, y ahora aún menos, no sé si es porque me estoy acercando a esa inminente jubilación y madurez como persona o por qué no me gusta en lo que se está convirtiendo parte de la profesión sanitaria.
Muchas veces noto que falta empatía, el colocarte en el lugar del otro, que es lo que a mí me gustaría recibir desde el otro si yo estuviera en ese lugar. Por tanto hay una pérdida en la mirada al otro.
La verdad que con la decadencia de mi madre, su posterior muerte y todos los procesos por los que me ha tocado después de todo ello pasar, no he sido consciente totalmente, aunque creía que sí de cuál era la situación real que estaba viviendo desde mi.
Estos meses me han permitido observar que realmente muchas veces aunque no lo parezca y ahora igual, me he mostrado tal cual deseaban verme los demás, no realmente como yo estaba o sentía en esos delicados momentos que necesitaba, y que cuando realmente me lo permitía, algunos no entendían porque expresaba esas dificultades o mis malestares físicos con los que llevo durante unos meses por todo el estrés vivido desde hace tanto tiempo por diferentes situaciones personales, que en algún que otro momento ya llegaré a contaros.
Y cuando mostraba mi debilidad (dejaba de mostrarme fuerte según los otros) o mi malestar, los otros decían no será para tanto, no te lo tienes que tomar así mujer, con todo lo que tú sabes, mi respuesta esto me exime de sentir realmente lo que vivo en ese instante, según los demás. ¿Os ha pasado esto alguna vez? Y cuando recibes está respuesta ¿qué ocurre en tu interior? Enfado, rabia, malestar mental y físico, tristeza, culpa, inapetencia, …..
Todo ello es posible y mucho más que puede aparecer en todos estos vaivenes que vivimos diariamente, y en donde muchas veces no está permitido o no es agradable para uno que el otro exprese su malestar.
Todo esto que estoy compartiendo está lleno de Pérdidas que en apariencia no existen pero son realmente reales en las personas que lo viven, que lo vivimos. Ya que es como si no hubiera permiso de Ser, solo aparentar lo que el otro está dispuesto a poder observar fuera de sí.
Estos días acompañando a una conocida ante su pérdida reciente de una buena amiga, he podido escuchar el miedo a mostrarse como realmente se siente, el miedo que se muestra oculto a su alrededor de todas aquellas personas que no se atreven a escuchar el dolor del otro, ya que es un reflejo hacia esos dolores e incomprensiones por pérdidas propias, aunque nos pueda parecer que ello no nos afecta, cuando realmente es todo lo contrario. La vida cuando no nos atrevemos a mirar nuestras propias pérdidas ya se encarga de traernos las pérdidas que se producen en personas cercanas a nosotros, para que nos permitamos observar y revisar en nosotros.
Ya que de aquello que huyo no afronto, y que ocurre cuando no afrontamos, que más pronto o más tarde va aparecer ante nosotros, y esta vez seguro que subirá el volumen para que pueda ser visto y escuchado, pero muchos humanos han sido programado por sus creencias a alejarse de las Pérdidas y de ver el duelo que está recorriendo el otro.
No para alejarse del otro, sino para alejarse de su propio dolor, y darse cuenta de lo todo lo no atendido hacia uno mism@, y eso con el tiempo crea más dolor físico y mental, y pérdida de comunicación con uno mism@ por no atreverse a mirar hacia dentro y poderse abrazar con total honestidad ante lo que está aconteciendo en este presente.
¿Qué pasa cuando le digo al otro no hay para tanto? Venga que enseguida esto se pasa. Ya es momento de que estés bien. Observa cuántas veces lo has dicho a los demás, o a ti mism@ o lo has recibido igual o con palabras parecidas.
Ahora es un buen momento para revisarlo en ti, que te permita una introspección a esos momentos, que te ha movido a expresarte así o a no expresar realmente lo que deseas manifestar.
¿A ti te sucede lo mismo? Que cuando empiezas a revisar tus vivencias, aparecen situaciones de Pérdidas no resueltas y que llevaban mucho tiempo ocultas en tu interior en un cajón el cual no te atrevas a abrir. ¿Qué decides hacer con ello ahora? Te arremangas y dices vamos a ello, o por el contrario decides no hacer nada, y que eso quede allí tapado, y que aparezca de nuevo otro momento que duela más y a través de ello encontraré el impulso para ponerme manos a la obra a atenderme.
Por tanto deja de borrar en ti todas las Pérdidas porque te hacen daño, ya que aunque no las mires seguirán estando allí, y buscaran el momento o la situación para salir a la superficie y que las mires con amor, por tanto mejor no esperar a que sea necesario que suceda algo para realizar esto, sino que de vez en cuando te atrevas a parar de tu vida frenética, a echar la mirada atrás y observar, sobretodo sentir si aparecen situaciones o emociones en ti que aún no has podido prestarles atención, y se encuentran en tu interior en constante ebullición, buscando una salida. Vamos a hacerlo fácil para nosotr@s, y así será mucho más fácil sostenernos y sostener todo ello.
Cuando te pongas a realizar la revisión de este momento que vivas, te aconsejo que tengas papel y lápiz al lado, y todo aquello que vaya surgiendo anótalo, no lo dejes en la mente, escríbelo de tu puño y letra, no con ordenador, para tu mente, cuando es escrito en un papel por ti mism@, dice ahora ya no hace falta que yo lo guarde, puedo atender otra cosa, y así el volumen de ese malestar puede disminuir en ti.
Recuerda la Vida es ilimitada, es el ser humano que es limitado, y todo fluye bajo el mismo principio de todo tiene un principio y un final, así se compone y se forma un ciclo.
La vida nos coloca en la posición de estar expuestos a experimentar pérdidas en nuestro día a día, algunas más complicadas o complejas, otras más fáciles de transitar, pero todas están allí para ser miradas cara a cara con Amor Incondicional, aunque no siempre es posible realizarlo así, con el respeto que se merecen, y con el respeto que nos merecemos nosotros mismos.
Os recuerdo: Atrevámonos a explorar en nuestro interior para atravesar el dolor, los sentimientos y sensaciones corporales de la pérdida vivida, que existe oculto, para descubrir su significado, para poder ver más allá del hecho inmediato e inevitable, en el cual ahora nos encontramos inmersos, y si nos lo permitimos así, descubriremos después de traspasar toda esta etapa con sus subidas y bajadas, un nuevo mundo ante nosotros que nos está esperando para ser descubierto por ti, hazlo de forma respetuosa.
Deseo que sigamos caminando junt@s ante las Pérdidas, y podamos profundizar, a través de ellas y el transitar el camino por la vida de forma consciente.
Sigue compartiendo conmigo sobre ello. Tu avance también es mi avance. Avanzamos y nos sostenemos junt@s desde el corazón.
TE ABRAZO por permitirte mirar en tus pérdidas y hacerlo a través de mi acompañamiento, en nuevo post.