Holaaa, espero que estén teniendo una buena semana o que a partir de ahora vaya a mejorar:)
Hoy quiero contarte el nacimiento de mi hermano. Pero antes de eso, contaré brevemente los acontecimientos vividos. Los primeros meses fueron magníficos, mi hermana pequeña y yo nos emocionabamos con la idea de tener otro ser mucho más pequeño en casa. Nos ilusionaba el hecho de cuidar a alguien más y jugar con ese bebé. En esos momentos no sabíamos si tendríamos un hermano o una hermana, hasta que un día vimos a mi padre muy feliz y nos contó la noticia de que sería niño, mi padre siempre había querido tener a un niño, eso no significaba que no nos quería, claramente nos quiere, pero ya había tenido dos hijas, entonces le emocionaba mucho tener un varón en casa.
Los meses seguían pasando, surgían pequeños baches que luego se solucionaban rápidamente, pero empezó a ser mucho más frecuente, ya no eran simples cosas, no. Iban aumentando otra vez, y con eso también nuestro miedo a que todo volviera a ser como antes, y nuestra suposición fue acertada. Cada día que pasaba era una bomba más grande, hasta que no pudo crecer más y explotó. Todo estaba saliéndose de control y mucho peor que anteriores veces.
Muchas lágrimas y emociones estaban invadiendo nuestras vidas, no podíamos con más. Muchas veces pasaban por mi mente un sin fin de posibilidades, llevé a cabo númerosos métodos para distraerme y dejar de sentir dolor y olvidarme de todo. Fue la primera vez donde en verdad sentí que esto no nos llevaría a ningún lado, y como ya no era tan niña, pues decidí hablar y no quedarme callada. Ahí fue cuando mi padre se dio cuenta que ya no tendría mucho control en mí. Y entonces empezó a querer comprar su cariño mediante objetos sin valor sentimental para nosotras, mi hermana seguía cayendo, y yo a pesar de que las aceptaba, sabía lo que estaba queriendo hacer.
Cuando llegó al mundo mi pequeño hermanito mi padre comenzó a comprar muchas cosas. Nos invitaba a comer, a pasear, nos regalaba obsequios y demás. Ahí cayó toda mi familia y yo también, por fin estaban pasando cosas buenas, aunque todavía estaba librando una pelea interna conmigo misma y la comida, el colegio no iba tan mal, pero no iba como yo quería. Lo académico decayó un poco, pero a nivel social estaba de lo peor, pero el nacimiento de mi hermano hizo que no me importara demasiado, solo esperaba que terminaran las clases para ir a ver a mi hermano pequeño.
Continuará …