En la soledad más absoluta de mi salón, en uno de estos días en los que mis pequeños están con su padre, y sentada en mi sillón “de pensar”, me vienen a la cabeza multitud de reflexiones sobre el amor.
El amor, esta sensación que nos hace tan felices pero a la vez tan dependientes e inseguros. Nos da plenitud, pero a la vez un vacío absoluto cuando nos abandona… Nos hace sentir grandes, pero minúsculos cuando lo perdemos… ¿Es el amor lo que hace que movamos montañas? o es el desamor lo que hace que realmente nos movamos para avanzar…
No es tan fácil hablar sobre el Amor. No se puede generalizar, ni tratar como un todo, pero tampoco podemos individualizarlo. Es decir, hay muchos tipos de amor, diferentes formas de amar, pero todas ellas, estudiadas individualmente darían el mismo resultado: AMOR.
Para nosotras las Mujeres, este sentimiento se intensifica. No se si será porque de serie ya tenemos desarrollado el sentimiento de amor desinteresado, que debemos pasarnos de madres a hijas… Pero tanto el Amor pleno, como el dolor absoluto por la pérdida del Amor, nos hace vulnerables, y de qué manera.
A veces pienso que la vida sería más fácil si tuviéramos un botón “de pausa” que al pulsarlo, nos dejase descansar de ese sentimiento de Amar.. Pero al momento, me doy cuenta, que aunque tuviésemos ese botón, jamás lo pulsaríamos. Porque las Mujeres somos así, amamos por naturaleza, y sin eso, no seríamos como somos…
Haciendo un repaso de mis 43 años, no encuentro un sólo momento de mis recuerdos, donde no esté presente, de alguna manera, el Amor. Hasta en los momentos más duros de mi vida, donde el “odio”, el “por qué” o la “ira” podían ser los protagonistas, había un hilo de Amor, que me hacía pisar el suelo y seguir siendo yo…
La verdad, es que soy muy afortunada. Desde que nací conté con mucho Amor en mi vida y a mi alrededor. Mis padres y mi hermano siempre han estado ahí, hasta cuando yo no lo merecía. Y a pesar de mi edad del pavo, de mis cabezonerías, de marcharme de casa muy joven por querer mi independencia, de comportarme como no debía comportarse una buena hija en algunas ocasiones, ellos demostraron que su Amor no iba a quebrarse por mucho que yo lo bombardeara.
Creo que gracias a ese Amor incondicional de mi familia, y a que, como he dicho antes, las Mujeres llevamos el “Amor de serie”, intento cada segundo de mis días expresar todo el Amor que llevo dentro a mis hijos. No hay día en que les bese un millón de veces, y les diga que les quiero cada media hora. Lo sé, soy muy pesada… pero quiero que lo sepan cada minuto de sus días, y sobre todo, que lo sientan. Que se sientan amados plenamente, y eso les ayude a crecer con el principal valor: el Amor.
¿Pero qué hay de los diferentes tipos de Amor?. Sinceramente, pienso de corazón, que todas nosotras hemos pasado por prácticamente todos. Desde el Amor de una hija hacia sus padres, el Amor de hermanos, el Amor por tus abuelos, el Amor incondicional a tus hijos, el Amor a tu pareja, a tus amigos, a tus animales, el Amor a tu entorno, tu vecinos, tus compañeros de trabajo, … y el Amor por la vida que los engloba a todos.
Me gustaría hacer un pequeño repaso de los diferentes tipos de Amor que han ido acompañándome por el camino hasta llegar aquí, pero eso ya será…otro día.
Si te apetece reflexionar conmigo sobre lo que es para ti el Amor, o quieres contarme cualquier cosa sobre el tema, por favor, no lo dudes, y escribe tu comentario. Estaré encantada de charlar contigo 🙂
5 respuestas
Interesante reflexión. Para mí, el amor es un valor supremo. Es el tipo de valor que todos los seres humanos compartimos, aunque no siempre lo expresemos o reflexionemos sobre ello. Lo considero equiparable a la importancia de la salud. Un ser humano no puede vivir plenamente sin amor ni sin salud. Si bien cada uno de nosotros tiene otros valores que nos guían en la vida, el amor, desde mi perspectiva, es un fin último. ¿Qué sucede cuando las personas carecen de amor, ya sean niños o adultos? Puedes alcanzar el éxito profesional, vivir en una mansión y tener todo lo que puedas imaginar, pero sin amor, la verdadera felicidad no existe.
Rosa, preciosa reflexión y estoy totalmente de acuerdo contigo. Es imposible ser feliz si no tienes amor en tu vida. Un besazo grande compañera
Amor es tan amplio y a la vez tan inespecifico, tan variado y a la vez mal interpretado. Para mí el verdadero amor es el de los padres hacia sus hijos ,hacia sus nietos .es el único que no espera ninguna recompensa .todos los demás esperan algo a cambio. Para el que escribe ,ya jubilado con bastante experiencia, valoro más la palabra AMISTAD.Despues de 40 años de profesión dedicado a los demás, he procurado siempre ser amigo de mis pacientes, más incluso que de mi labor asistencial .para terminar contaré una anécdota donde reflejo lo que acabo de de intentar exponer.unos días antes de jubilarme ,llego un paciente a la consulta , era un pastor mayor 80 años con fama de ser poco empa’tico y un poco distante y llorando me dijo: don Antonio desde que yo era pequeño por esta consulta han pasado muchos médicos unos más listos, otros más simpáticos , pero yo solo he tenido un amigo ( que se va’)…
Muy bonito papá. Pero yo aquí a la AMISTAD también la llamo AMOR. Estoy segura que tus pacientes te querían, y te quieren aún. Y eso es amistad, “querer a alguien que no es de tu sangre y que no te llega por imposición, te llega por elección”. Yo quiero a mis amig@s, y eso es Amor. Y amo a mis hijos, a mi pareja, a mis padres, a mi hermano, y eso también es AMOR. Un besazo grande papá, y te quiero!
No me cabe duda y eso dice mucho de ti, profesional, como médico y lo mejor (yo creo) como persona!! y además, doy fe!