En España 7 de cada 10 matrimonios terminan en divorcio. En Latinoamerica los números no son tan desalentadores, pero empiezan en 3 de cada 10, suben dependiendo del país y aumentan año con año. Diariamente hay nuevos solteros en el mercado. A mi alrededor tengo amigos, conocidos, vecinos, que están estrenando soltería y después de llevar 19 años con la misma pareja, observo con curiosidad y asombro cómo el lenguaje de la seducción ha cambiado completamente.
Primero están las apps de citas, existen más de 10, que me imagino que es una forma de obviar la parte donde tu amiga te prometía presentarte a un tipo genial, que seguro te iba a encantar. ¿Ustedes fueron a citas a ciegas? Yo sí, y la verdad mi estadística es terrorífica, peor que la de los divorcios. Los casos de éxito, ni los recuerdo. La gente pone una foto y un texto que los describe…Pero ¿qué saben de estas personas con las que hay “match”? ¿Solo yo pienso que probablemente me quieran robar las córneas, el riñón o el hígado? Es mas, a esta edad, ni siquiera creo que sea una buena donante, pero les aseguro que al primer contacto yo aprovecharía para desanimar al candidato a querer cualquiera de mis órganos para traficarlo en el mercado negro….Uso gafas, estoy mayor, me gusta la fiesta…
Luego están las fotos, la gente se manda fotos, me imagino que para hacerse “publicidad”, para mostrar y resaltar sus mejores atributos. Y los que son como yo, que no han logrado hacerse bien ni siquiera una selfie y que cuando usan los filtros les da risa el resultado, ¿qué mandan para conquistar? No quiero tocar el tema de las fotos de partes del cuerpo, que quedarán en la nube por años sin fin y verán los tataranietos.
Por otro lado veo avances muy alentadores. Por ejemplo, que ya no hay que esperar que el que a uno le gusta dé el primer paso. Yo tenía una técnica buenísima, no la intenten en casa, pensaba: “que guapo, me gusta, ojalá me llame”. Así que básicamente el chico tenía que leerme la mente, encontrar quien le diera mi teléfono y la determinación para llamarme, para lograr el match que hoy está a un clic. En instagram puedes “pedir amistad”, seguir y enviar un mensaje a la persona de tu interés, sin ningún intermediario o esperar la casualidad para coincidir en algún lugar. Tengo una amiga con la que perseguíamos a los que nos gustaban en la universidad, conocíamos su horario y nos sentábamos estratégicamente afuera de las clases en las que sabíamos que estaban, para lograr el encuentro, la invitación.
Ahora eso es impensable, innecesario. Las redes sociales sirven para encontrar pareja, para enterarse del estado civil de las personas y para ese primer contacto, que antes requería una alineación cósmica.
Lo de los divorcios lo hablaremos en otra entrada. Pero quiero terminar hoy con dos reflexiones. La gente se sigue casando, es decir, la esperanza de encontrar una buena pareja no ha pasado, la fe en el amor sigue intacta. El aumento de la tasa de divorcios no necesariamente indica que hoy las parejas vivan peor que antes, me habla de la decisión de las personas de tener una buena vida, de no conformarse, de no pensar que todo está dicho y eso también me llena de esperanza.
