Iniciar un proceso terapéutico puede ser uno de los momentos más transformadores de tu vida. Es un punto de inflexión donde, por primera vez, te preguntas si existe una forma diferente de vivir tus experiencias. Este cuestionamiento marca el comienzo de una nueva etapa de autoconocimiento y crecimiento personal.
Si prefieres mantener el status quo, la comodidad de lo conocido puede ser un refugio seguro. Sin embargo, estás dispuesta a explorar más allá de tus miedos y dudas, el proceso de sanación será una oportunidad para ver tu vida desde una nueva perspectiva. Este es el primer paso hacia el resto de tu vida, un paso lleno de consciencia, apertura, comprensión, compasión y amor.
Vivir en el status quo significa seguir interpretando tus historias y experiencias de la misma manera, perpetuando el estrés, el dolor y el sufrimiento. Si no cuestionas estas narrativas, seguirás atrapada en un ciclo repetitivo. La verdad es que si no estás lista para cambiar, está bien. Pero acepta que seguirás viviendo lo mismo.
Cómo salir del status quo
Para mí el camino de la sanación empezó de manera tradicional, en psicoterapia. Sin embargo, llegué a un cruce de caminos en el que las alternativas eran, hurgar en las heridas, o encontrar otra forma de ver la realidad que estaba viviendo. Sí, a partir de mi historia, pero no necesariamente la historia que me había estado contando por mucho tiempo. La invitación es a ver tu historia desde otro ángulo, a abrirte a nuevas interpretaciones, y sobre todo a dar el paso de cambiar la narrativa que usas en todos los aspectos de tu vida, ya sea para victimizarte o para justificarte.
Tiendes a justificar, poner excusas y juzgar. Sin embargo, cuestionar tus percepciones te permite encontrar nuevas posibilidades y romper los ciclos repetitivos. Tus creencias están profundamente arraigadas en tus experiencias, historias familiares y aprendizajes. Estas creencias moldean tus preocupaciones, juicios y opiniones, y de ellas surgen las justificaciones de tus conductas, acciones y reacciones. Así, te convences de que tienes razón sobre los demás.
Tu mente es un campo energético dentro de otro campo de energía. Emites cargas energéticas a través de tus pensamientos, emociones y sentimientos. Esta energía atrae experiencias y resultados específicos. Muchas veces cambias tus acciones esperando resultados diferentes, pero si estas acciones se basan en los mismos patrones de pensamiento y creencias no cuestionadas, los resultados seguirán siendo los mismos. Cuestionar tus “verdades”, cuidar tus diálogos internos y reinterpretar lo que ves, sientes y experimentas, tiene un impacto profundo en tu entorno. Un mundo diferente es posible solo si cambias tu mundo interior.
La pregunta crucial es: ¿existe una razón válida para conservar las creencias que no te ofrecen bienestar? Al desafiar y transformar estas creencias, abres la puerta a una vida más plena y auténtica, donde tus acciones reflejen tus verdaderos deseos y potenciales. Este proceso de autoconocimiento y reprogramación, no solo mejora tu bienestar emocional y mental, sino que también te empodera para vivir una vida en la que realmente puedes romper los techos que aún te tienen bloqueada.
El viaje hacia la autosanación y el cambio personal comienza con un simple acto de cuestionamiento. Al desafiar tus percepciones y abrirte a nuevas interpretaciones, puedes transformar profundamente tu vida. Este camino requiere valentía, pero los resultados valen cada paso dado.