Mi Carta a los Reyes Majos (sí con J) II

Mi Carta a los Reyes Majos (sí con J) Segunda parte

Hola querida amig@,

La semana pasada tuve que dejarte con “la miel en los labios”, que “raro” suena eso, jejeje. Pero tú me entiendes. Hoy voy a continuar con la cronología de mis Cartas a los Reyes Majos, para que no te quedes con la intriga. Prometo terminar sin ponerte un “continuará…”

La Vida Adulta: De Parejas a Desengaños

¡Bienvenida a mis años mozos de 2005 a 2010, esa montaña rusa emocional que llamamos “vida adulta”! Ay ay ayyyy, los Reyes Majos y yo tuvimos unas conversaciones muy intensas durante años. Al principio, era todo amor y miel: “Queridos Reyes, ¿qué tal una cenita romántica bajo las estrellas? ¿O un viajecito a París?”. Claro, porque en mi cabeza, la vida adulta era una mezcla entre una comedia romántica y un anuncio de perfume.

Pero luego, ay luego, vinieron los desengaños. Y mi carta a los Reyes dio un giro de 180 grados: “Olviden la cena y París. Mejor, ¿qué tal un viaje de soltera a New York?”. Porque nada cura un corazón herido como bailar hasta el amanecer con tus amigas, mientras finges que sabes algo de música electrónica, o en mi caso más de Funky, por aquellos años.

¡Y las noches de fiesta! “Queridos Reyes Majos, este año me conformo con tacones que no me asesinen los pies y una resaca que no dure más de un día”. Porque a los 25, una resaca era un pequeño inconveniente; A los 30, era como sobrevivir a un apocalipsis zombie.

Así que sí, entre las cenas románticas que nunca fueron y las noches de fiesta que a veces preferiría olvidar, esos años me enseñaron que la vida adulta es… bueno, un término muy flexible. 🍸💔🌃

Matrimonio, Maternidad y el Divorcio Express

¡Voy a hablarte de mi montaña rusa de 2014 a 2019! Esos años en los que pasé de recién casada a madre de dos y terminé con un divorcio más rápido que la finalización del soporte de Windows XP.

Me casé, y mis cartas a los Reyes pasaron de pedir aventuras exóticas a cosas como una batidora que no suene como un avión despegando. “Queridos Reyes Majos, este año, por favor, un electrodoméstico que no me haga pensar que estamos siendo invadidos por extraterrestres”.

Luego llegó Alejandra en 2017. Mi carta ese año fue breve: “Dormir. Por favor”. Y en 2019, con la llegada de Óliver, mi petición fue aún más simple: “Queridos Reyes, ¿existen pañales que se cambian solos? ¿No? Bueno, entonces, un marido que cambie alguno”.

Y, claro, a principios de 2020, tras el divorcio, mis cartas dieron otro giro. “Queridos Reyes Majos, ¿qué tal unas vacaciones en una isla desierta? Pero una donde no haya señal de móvil, para evitar llamadas de mi ex”. Porque, después de todo, si no puedes vencer al caos de la maternidad y el matrimonio, ¡mejor te tomas unas vacaciones de todo!

Así que sí, de casada a madre y luego soltera otra vez, esos años fueron como un episodio de una serie dramática tipo Dinastía… pero sin guionistas inteligentes y con demasiado café. ☕💔👶🏻

De Divorciada a Socia de la Familia Brady

¡Bienvenidos a mis años de sabiduría entre 2020 y 2023, donde mi vida dio más giros que una telenovela tipo “La Reina del Flow”!

Después del divorcio, me convertí en la orgullosa propietaria de mi propio piso. Pensando que esto haría que la tranquilidad volviese a mi vida, ¡nada más lejos de la realidad! Mi ex parecía tener un doctorado en “Dar por Culo 101”. Cada vez que creía que podía disfrutar de un poco de paz, ¡pum! Ahí aparecía él, con alguna nueva ocurrencia digna de un capítulo aparte.

Pero no todo fue drama, porque a los 43, además el mismo día que celebraba mi cumpleaños, el amor volvió a llamar a mi puerta y, ¡sorpresa! Trajo consigo dos regalitos extra: sus hijos. Así nació la Familia los Brady, una mezcla entre “La Casa de la Pradera” y “Juego de Tronos”, donde los dramas familiares eran el pan de cada día.

Los primeros días fueron como intentar montar un mueble de IKEA sin instrucciones. Entre mis hijos, los suyos y nuestras diferentes manías, la casa parecía más un experimento sociológico que un hogar. “Queridos Reyes Majos, este año quiero… ¿paz? ¿Un manual de instrucciones para familias reconstituidas? ¿o tal vez un viaje al espacio? Sí, el espacio suena bien”.

Y mientras tanto, mi ex seguía apareciendo con la regularidad de un reloj suizo estropeado. Cada aparición suya era una oportunidad perfecta para practicar mi cara de “Si me pinchan ni sangro”.

Así que aquí estoy, en 2023, con mis gloriosos 43 años, capitaneando la nave Brady. Entre juegos de mesa, discusiones por quién eligió la última película en Netflix y tratar de recordar todos los cumpleaños, me he convertido en una mezcla de diplomático, jueza y, a veces, malabarista. Pero ¿sabes qué? No lo cambiaría por nada del mundo. Bueno, quizás por unas vacaciones en una isla tranquila… pero eso ya es otra historia. 🏡👩‍👧‍👦👨‍👧‍👦💕

Ahora me toca pensar en mi Carta a los Reyes Majos de este año, que aún no he tenido tiempo de ponerme con ella… En cuanto la tenga, te la cuento, ¡O no! jeje

De momento te dedico algunas recomendaciones a tener en cuenta para cuando te pongas con la tuya:

Recomendaciones para la Carta de este Año

Pide con el Corazón : No importa tu edad, pide lo que realmente deseas o necesitas.

Sé Realista, pero Mantén la Ilusión : Aunque sabemos que no todo se puede cumplir, mantener la ilusión es vital.

Incluye Deseos para Otros : No solo pides para ti, piensa en lo que podría hacer feliz a los demás. Porque cuando ves a los que te rodean felices y sonriendo, tu sonrisa estará asegurada también. 

Y tú, ¿qué vas a pedir este año a los Reyes Majos? ¿Cómo han cambiado tus cartas a lo largo de los años? ¡Me encantaría leer tus experiencias y ver cómo hemos evolucionado junt@s en este viaje mágico! Suscríbete para más historias y no te pierdas ningún capítulo de mis aventuras en “Elena Ramírez 360º”.

¡Hasta el próximo relato lleno de risas y recuerdos!