Hola querid@ lector@,
Hoy tenemos el privilegio de adentrarnos en el mundo de Mónica de Cristóbal, una abogada en ejercicio con más de treinta años de experiencia, mediadora en conflictos civiles, penales y laborales, y ahora también una aclamada escritora. Desde su propio bufete, De Cristóbal Abogados, Mónica ha defendido a numerosos clientes, enfocándose especialmente en aquellos asignados por el turno de oficio, un rol que lleva desempeñando con dedicación y vocación desde el inicio de su carrera. Su último trabajo literario, “Con la Luz Encendida”, nos sumerge en una trama intensa y emotiva que entrelaza la justicia, la vulnerabilidad y los dilemas morales con una maestría narrativa que evoca a autores como Isabel Allende y Lucía Berlín en su tratamiento del universo femenino y la realidad descarnada.
En su novela, Mónica utiliza su profundo conocimiento del ámbito legal y su pasión por la literatura para explorar la complejidad de la vida de Celia Fuertes, una abogada en ejercicio y madre, que se ve envuelta en un caso que desafía su percepción de la justicia y la maternidad. Este libro no solo es un reflejo de la experiencia legal de Mónica sino también un testimonio de su compromiso con abordar las realidades difíciles y a menudo ignoradas de la profesión legal, especialmente aquellas que afectan a las mujeres en la abogacía.
Mónica, es un honor tenerte aquí con nosotros para hablar sobre tu impresionante carrera y tu apasionante nueva obra. Gracias por dedicarnos tu tiempo y por estar dispuesta a compartir tus valiosas experiencias y perspectivas tanto del derecho como de la escritura.
Preguntas:
En “Con la Luz Encendida”, explora profundamente los desafíos de la conciliación entre la vida profesional y personal. ¿Qué inspiró específicamente este enfoque en tu novela y cómo refleja tu propia experiencia en la abogacía?
Me inspiró mi propia historia. Yo soy madre y autónoma y es realmente difícil compaginar el tener un negocio con la familia. Hay días que es imposible llegar a todo y, además, te sientes culpable por no ser una buena madre o profesional. Así llevo 16 años… Por eso he querido reflejarlo en la novela, para desahogarme y compartir con otras mujeres nuestra realidad. En la novela a veces lo hago de forma cómica y otras no tanto, porque lo que quiero es dejar constancia de que estamos agotadas y estresadas la mayoría de las mujeres que somos madres y trabajamos. Porque se habrá superado lo del “te ayudo”, pero desde luego las listas mentales de todo lo que hay que hacer en una casa siguen siendo nuestras.
Tu protagonista, Celia Fuertes, se enfrenta a un caso conmovedor que pone a prueba sus habilidades legales y emocionales. ¿Qué proceso sigue para desarrollar un personaje tan complejo y su historia tan intensa?
Casi todos mis casos tienen un fuerte componente emocional. En la carrera de derecho no nos enseñaron a lidiar con esto, es más, no había ni una sola asignatura de psicología. Con los años de ejercicio te das cuenta de que la empatía, la escucha activa y la comprensión son más importantes que el resultado del pleito. Para cualquier cliente el tener un juicio le ocurre una o dos veces en su vida. Es como operarse de algo. Y por eso he podido desarrollar un personaje como el de Celia y el de Zuima, porque lo vivo cada día en el bufete.
La novela destaca por su tratamiento delicado de temas difíciles como la maternidad, la justicia y la inmigración. ¿Cómo logras equilibrar estos elementos sin caer en clichés, especialmente en la representación de Zuima, la acusada?
Porque así lo tenemos que defender en los tribunales. No podemos ir con la “pena” o la “compasión” sino con los hechos, las pruebas y las razones o motivos que han llevado a la persona acusada a hacer lo que haya hecho. Con esto no defiendo que queden en libertad, pero hay que indagar en el origen, en el porqué, para que la condena sea ajustada a derecho.
“Con la Luz Encendida” también toca la falta de corresponsabilidad en el hogar, que afecta particularmente a las mujeres. ¿Cuál es el mensaje principal que esperas que los lectores se lleven respecto a este tema?
Muchos lectores ya me han dicho que el capítulo 25 debería estar en las terapias matrimoniales, jaja. En este capítulo se explica, a través del personaje, que las mujeres nos sentimos culpables por las listas mentales infinitas y, a la vez, “odiamos” al otro por no tenerlas y entonces la montaña se agranda y nos termina aplastando. El mensaje es que las listas de las cosas por hacer en una familia no sólo se deben compartir, sino que cada miembro de la familia debe hacer la suya propia. Incluso los adolescentes. Si uno está encargado de comprar el pan, esa es su lista. Que la madre no tenga que llamar por la tarde a ver si lo compró o no. Y así con todo. Si las listas mentales de las madres se reducen porque el resto sabe hacer su lista con lo que le corresponde, tendrán menos estrés, agobio y seremos todos más felices. Estoy convencida.
Ha mencionado que la empatía y la inteligencia emocional son cruciales en tu profesión. ¿Puedes compartir un caso de tu carrera que haya influido notablemente en la trama o los personajes de tu novela?
Cuando un cliente no quiere hablar mucho y no te mira, ya sabes que algo pasa. Te dice que hagas lo que puedas y quieras, que acepta todo y, entonces, sospechas que hay algo muy grave detrás. A veces es el miedo, por situaciones que están viviendo, la culpa o traumas del pasado. Esto lo he vivido en muchas ocasiones y es lo que dio lugar al personaje de Zuima, que no quiere hablar, que se niega a contar nada, que no quiere defenderse.
A lo largo de tu carrera, has sido testigo de muchas historias humanas. ¿Cómo eliges qué experiencias transformar en ficción y qué criterios usas para este proceso creativo?
Realmente no lo elijo yo. Me viene de pronto a la mente una historia para escribir y pienso que, de alguna forma, la canalizo. Comprendo que es una mezcla de muchas vivencias, de las historias de otros, etc. pero tengo la sensación de que el relato me elige a mí para escribirlo, no al revés. Quizás son esos fantasmas “buenos” con los que convivo…
En tu novela, integras el misterio y el thriller legal con reflexiones profundas sobre el derecho y la moral. ¿Qué autores o libros te han inspirado en la creación de esta mezcla de géneros?
La verdad es que no he tenido inspiración por algún autor o novela que haya leído, para escribir “Con la luz encendida”. Casi todos los libros de misterio son con policías o periodistas. Yo quería poner en valor la labor del abogado español, no el americano de las películas. Y ensalzar nuestro turno de oficio, que es una de las mayores garantías de nuestro estado de derecho porque le da a todo el mundo la posibilidad de tener una defensa.
Finalmente, como abogada y escritora, ¿qué consejo le darías a alguien que enfrente desafíos similares a los de tus personajes, en términos de defender sus derechos y encontrar su voz?
Que busquen un abogado que les de confianza. Que, si tienen algún trauma, busquen ayuda profesional de un psicólogo y lo compartan con su abogado pues entre todos hacemos equipo y para poder defender la verdad del caso, es muy importante saber contarla.
Mónica, muchas gracias por compartir con nosotros tu visión y tu literatura, que no solo entretiene, sino que también educa e inspira. A ti querid@ lector, te animo a sumergirte en las páginas de “Con la Luz Encendida” para experimentar por ti mism@ la poderosa narrativa y las inquietantes preguntas que plantea Mónica. No dejes de seguirnos para más entrevistas enriquecedoras como esta y descubrir más sobre las voces que están redefiniendo el arte de contar historias.