Mi corazón ya no encuentra
refugio en tus ojos.
Mis suspiros y mis pensamientos
están dejando de ser tuyos.
Aquel brillo en tus ojos
cada día pierde intensidad,
aquel efecto
que tú causabas en mí.
Y tu voz,
esa voz que yo tanto amaba,
se fue apagando
en el silencio.
Y no te has dado cuenta
que cada día me acostumbro
más a vivir sin ti.
Esa canción que siempre
me habló de ti,
está llegando a su fin.
Cada día tu distancia
duele menos.
Quizá llegó el momento
de dejarte partir…
Quizá llegó el momento
de decirte “Adiós”.