Se acercan fechas señaladas donde no recordamos exactamente qué se celebra en origen, pero no importa tanto como el hecho de poder reunirnos con nuestra familia y amigos (que a veces son familia) y colmarnos de comida, bebida… y regalos. Vamos a detenernos en este punto. Un regalo es un obsequio que se cede para que la otra persona lo posea. Se regalan cosas. Regalamos algo, nunca deberíamos regalar a “alguien”.
El incremento de venta de animales en estas fechas es abismal, lo que luego se traduce en abandonos cuando nuestro ideal cachorro, en origen, se convierte en un ser revoltoso, ya no tan adorable, para el que no tenemos el tiempo suficiente que dedicar a sus cuidados.
Hace unos días vi algo que me animó a escribir esta entrada. Coincidí con un niño arrastrando por el suelo de un centro comercial de Madrid a un cachorro de Yorkshire. Comenté en voz alta que no lo arrastrara porque no es un peluche, a lo que una mujer que estaba detrás de mí en la cola del establecimiento, con un perro en los brazos y dos hijos pequeños, les dijo a estos: “Bueno, cada uno con su perro hace lo que quiere”. No pude evitar girarme y responderle que estaba equivocada, pues lo animales no son objetos que se poseen como el que posee un teléfono, un ordenador o cualquier utensilio de los que tenemos perdidos en el fondo de nuestros bolsos.
Los animales no humanos son seres sintientes, con intereses y preferencias, con deseo de vivir. La sintiencia es la capacidad de tener emociones, así como la posibilidad de experimentar placer y dolor, y ésta no es exclusiva del humano ni de los animales que viven con nosotros en casa; la inmensa mayoría de los animales la posee. También los que están encerrados en zoológicos, acuarios, granjas y macro granjas, luchando por su vida en una plaza de toros, criaderos y tiendas de animales. Os invito a investigar y sacar vuestras propias conclusiones sobre la procedencia del lindo cachorro que deseamos “comprar”, como quien va a comprar una barra de pan. ¿Has pensado alguna vez en que para que ese bebé nazca hay una madre explotada reproductivamente durante la mayor parte de su vida? ¿Has pensado lo que supondría quedarte embarazada, dar a luz, y que vendan a tus hijos para repetir el proceso una y otra vez?
Pagar por un ser sintiente, adquirirlo como mercancía con valor de cambio, es algo que deberíamos repensar y cuestionar, pues va más allá de nuestros deseos y privilegios, hay vidas en juego de las que luego, ni siquiera somos capaces de cuidar y hacernos responsables. Solo hay que ver el número de abandonos de animales en nuestro país (ya no hablo en otros países del mundo, donde los perros, por ejemplo, viven en la calle sin leyes que les amparen) y lo desbordadas que están las protectoras de animales porque se nos ha antojado tener un animal de “x” o “y” raza, y como podemos pagar por él, la reflexión ética quizá la dejamos para otro día.
Salir del antropocentrismo y comenzar a ver a los animales no humanos sin sentir que son algo que puede ser propiedad de alguien, sino que son un fin en sí mismos y no medios para nuestros fines es algo que ya ha comenzado. Avanzamos lentos, pero avanzamos. La nueva ley de protección animal es laxa, pero quiero pensar que por algo se empieza, pues la causa animal no es cuestión de empatía (podemos no sentirla), sino de justicia.
Te recomiendo leer Un paso adelante en defensa de los animales, de Óscar Horta, así como Por qué amamos a los perros, nos comemos a los cerdos y nos vestimos con las vacas, de Melanie Joy, como lecturas de ética animal de cabecera.
A continuación, te dejo algunos enlaces que he publicado en distintas revistas de Filosofía o periódicos que pueden ser de tu interés si quieres profundizar en esta área, así como un artículo del diario.es donde se enumeran algunos de los documentales imprescindibles para los amantes de los animales:
https://lecturasdenuestrotiempo.files.wordpress.com/2018/07/ldnt-iii-veganismo-o-barbarie.pdf
https://filco.es/manifiesto-lucha-animales/
https://lecturasdenuestrotiempo.files.wordpress.com/2018/07/ldnt-iii-re-zoocc81polis.pdf
Te deseo unas felices y éticas fiestas, donde si queremos tener un animal a nuestro cargo y darle parte de nuestra vida y nuestro tiempo, pensemos en adoptarlo antes que cosificarlo. La adopción salva vidas y nosotras nos hacemos más humanas con este acto.