Hola querida lector@
Ya estamos en fechas tenebrosas y para celebrar. Te regalo otro capítulo de esta historia.
La boda de mis padres fue un lío. Nuestra casa es pequeña para tantas personas que viven
en ella, pero con la boda de mis padres, vinieron tíos, tías y primas de Murcia. Entonces, imagina si la casa es pequeña para seis de nosotros, cuando vinieron ellos, la casa estaba repleta. No había espacio para casi nada.
Recuerdo aquella vez que le dije a mi madre que si íbamos a faltar a clase por su boda.
Porque reconocerás tú también, que a cualquier niño a esa edad no le hace mucha ilusión ir al colegio. Pero el día que se iban a casar, sería en el registro civil, así que, nosotras teníamos que ir al colegio, mientras que mis tíos y mis padres se iban.
Ese día mi hermana y yo estábamos ansiosas por la boda y teníamos muchas ganas de llegar a casa. Normalmente se nos hacía corto el comedor, pero aquella vez nos pareció una eternidad: solo teníamos ganas de llegar a casa y preguntar cómo fue la boda. Cuando llegamos vimos a todos en el salón, vimos a mi madre con un vestido color beige y a mi padre con un traje, algo que se nos hizo muy extraño de ver. No acostumbramos a ver a mi padre tan arreglado.
Luego nos dejaron ver las fotos que habían tomado. Había fotos de todo tipo, mis padres sentados, mis tíos detrás de ellos, mis padres firmando el papel o todos juntos.
Pensaba que al final solo se casarían en lo civil, pero resultó que iban a hacer una
celebración en un local con un montón de gente invitada. Estábamos mi hermana y yo súper
felices, andábamos las dos buscando algún vestido para usar el día de la celebración. Al
final escogimos uno rojo con detalles negros, que en un principio solo iba a usarlo yo, pero
decidimos usar el mismo modelo las dos, para ir combinadas.
Ese día llegó, todo estaba yendo fenomenal, fue de los mejores días para toda nuestra
familia, nada de discusiones y dejando todo lo malo de lado. Y como en cualquier
celebración, nos quedamos hasta tarde, creo recordar que a una buena hora de la
madrugada empezó a irse gente. Pero mi hermana y yo, de lo cansadas y emocionadas que estuvimos durante todo el día, caímos rendidas, y nos quedamos dormidas en unas sillas, así que nos llevaron a casa a descansar.
Ese día, sí fue un gran día …
Continuará …