Llegamos al 5º aspecto imprescindible para que tu emprendimiento tenga una probabilidad de éxito.
En este artículo hablamos del trío que exige un emprendimiento para funcionar: clientes, distribuidores y empleados. Por supuesto, tu eres la burbuja que arropa y abraza a estos colectivos.
Es obvio que ningún negocio funciona sin clientes, por lo que es determinante definir a quién le diriges tu producto. No todos los nichos van a ir por lo que tu vendes, así que DEFINE claramente para quién has creado tu producto o servicio. Pónte en sus zapatos y piensa, ¿para qué te necesita?, ¿qué busca en ti?, ¿cómo te verías tú a ti si fueras ese cliente? Y desde esas respuestas, muévete…
Los empleados pueden ser tu mayor y mejor publicidad. Si sabes ser una buena líder, tendrás en cada uno de ellos, una mano derecha. Para ello, es necesario hacer sacrificios. Déjales tiempo para que tengan una vida familiar. Permite que te vean como una persona dispuesta a dejar algunos días tu vida personal de lado para que ellos disfruten de la suya. Juega con la cuerda y tendrás empleados leales.
Y, finalmente, los distribuidores son un colectivo del que poco se habla y, personalmente, me parecen absolutamente unos cómplices en positivo del éxito de un emprendimiento. ¿Puedes imaginar gerenciar un restaurante en época de covid?, cuando los productos se quedaban sin usar el día que llegaban porque entrabas en zona roja. ¿O tener que llamar a tu distribuidor de congelado porque te quedaste sin género porque entraste en zona verde?
Los distribuidores son grandes aliados. El banco con el que trabajas debe ganar dinero contigo. No te reveles contra eso y cuando sean épocas difíciles, te lo pondrán más fácil. Muchas personas dirán que no, aunque yo sé que sí, porque lo he vivido.
Mantener la alineación con éstos 3 grupos es una de tus mejores estrategias cuando eres emprendedora. En navidad, haz llegar un regalito a tu asesoría, a tu asesor fiscal, a las personas que durante el año te hacen la vida más fácil.
Déjate ver como persona, más allá de como emprendedora o empresaria. Todas las personas tienen dolencias, cargan cruces. Si conectas desde allí sin cruzar la línea hacia el abuso o falta de respeto, te aseguro que ni en tu peor circunstancia vas a estar sola en tu negocio.
Todo empieza y termina en ti.