El emprendimiento empresarial es uno de los hechos que más pánico puede generar en un ser humano. Por eso, para iniciar un negocio propio debes tener muy claro ciertas condicionantes que están directamente relacionadas contigo, tu perspectiva del mundo y tu gestión de ti.
Cuando te sumerges en el inicio de tu emprendimiento vas a vivir un abanico emocional que jamás has imaginado, y habrá una lucha feroz entre dos de las emociones más relevantes la alegría, dibujada de ímpetu, ilusión y satisfacción, y el miedo, escondido en la ansiedad, el estrés y la no certeza.
Sólo tú serás capaz de decidir a cuál de todas éstas le das más valor o si estás en capacidad de encontrar el equilibrio entre todas ellas.
Ahora bien, si hay una emoción con más presencia, es necesario que sepas exactamente cuál es. Es muy importante que encuentres la información que te quiere dar.
Habitualmente, las personas oscilan entre una gran alegría y un profundo miedo. Y es aquí donde más audaz debes ser. Los extremos no son buenos y una inmensa alegría te puede llevar a cometer errores por ilusión.
En el caso contrario, donde la intensidad más fuerte sea el miedo, ten en consideración que puede ser paralizante. Si no estás en capacidad de gestionarlo, no es tu momento. Primero habrá que aprender a trabajar esa emoción que te puede impedir tomar decisiones, avanzar y crecer.
No siempre es el momento ideal cuando se quiere iniciar un emprendimiento y el miedo es una de esas emociones que dejan ver la realidad personal ante los retos. Aún así, te recuerdo que no existen las emociones malas o negativas, como se suele llamar a éstas respuestas fisiológicas como el miedo o la tristeza. De hecho, son emociones de acción, ya que a partir de ellas se rompen limitaciones, esquemas, mapas mentales…
Por eso, si es un miedo tal que te paraliza, entonces es mejor dejar pasar la oportunidad y trabajar en ti hasta que esté superado. El miedo es una emoción constante en el emprendedor y por eso hay que saber qué hacer cuando aparece.
Un emprendimiento es un reflejo de ti. Así que…sí, debes conocerte y gestionarte para que tu negocio esté bien.
Si llegas a tu emprendimiento con el miedo por bandera, estarás en posición de absoluta desventaja y el fracaso será el resultado garantizado. Deberás ir con cierto respeto, cautela, precaución, no con miedo, porque entonces no llegarás a ese lugar que ansías.
Por lo tanto, ten cuidado con lo que sientes cuando vas a emprender. Léete y escucha tu cuerpo. Si lo que más tienes es miedo…no lo hagas.
Todo empieza y termina en ti.