En el universo emprendimiento existen una serie de aspectos que son de obligatoria presencia para que un emprendimiento tenga posibilidad de éxito. En éste artículo te diré algunas cualidades que debes tener como emprendedor para que tu negocio sea una propuesta factible.
Una peculiaridad que debes alimentar es la obsesión por tu emprendimiento. Por supuesto, cuando hablo de obsesión, me refiero a esa pasión focalizada en todo lo relacionado a tu negocio. Es una realidad que los emprendedores obsesivos son los que más consiguen alcanzar el éxito que se han propuesto porque afrontan los desafíos como si nada pasara, dejando totalmente de lado la opción de rendirse.
Otra singularidad que es relevante que enaltezcas en ti es el conocimiento de ti y del sector en el que emprendes. El porcentaje más alto de fracasos en emprendimiento deriva del desconocimiento personal y profesional. Conocerte, te ayuda a establecer los límites con claridad y a trabajar en valores, además de que te permite identificar creencias que tengas arraigadas y te impidan crecer, así como aquellas que te hacen subirte o elevarte basadas en el ego, ímpetu u otra cualidad cuya dosis deba ser gestionada en ti. Por otra parte, emprender en un sector que ya conoces te aligera la responsabilidad de empezar de cero dependiendo de otros y sin saber puntos fuertes y desaciertos del gremio.
Una característica importante también es ser metodológico. Es decir, aprender a trabajar con disciplina y orden. De esa manera, minimizas esfuerzo y maximizas productividad.
Y, para terminar, es inevitable aprender a gestionar resultados. Si fracasas necesitas ser una persona resiliente. Si obtienes lo que buscas, aprende a adaptarte a tu nuevo estilo de vida.
Muchas personas han alcanzado la cima del éxito y terminan arruinadas o, incluso, muertas. Esto se debe a que no había autoconocimiento y no supieron gestionar el éxito que conquistaron. Estos ejemplos son fáciles de visualizar en el mundo artístico.
Tu emprendimiento eres tú y lo que suceda internamente se refleja porque todo empieza y termina en ti.