El día internacional de la mujer suele enfocarse en la lucha por la igualdad, porque pocas veces se reconoce que, a lo largo de la historia, muchas mujeres han tomado las riendas de su destino y han emprendido en condiciones adversas, demostrando que la capacidad de acción siempre ha estado presente. En este artículo te voy a desvelar algunos nombres para que los investigues y te invito a bajar la tensión de creer que siempre has estado bajo el yugo y a ponerte la mano en el corazón y preguntarte si realmente has hecho todo lo que ha estado a tu alcance para hacer de tu vida…la vida de tus objetivos y sueños. Lamento lo acompañarte a lamerte las heridas del victimismo del feminismo actual, no hay nada que soporte menos. Y no puedo apoyarte a hacerlo porque sé de lo que estamos hechas las mujeres y sé que durante todo el avance de la humanidad, muchas han demostrado que ser victimas es la peor decisión.
Desde el renacimiento hasta la revolución industrial, figuras como Gracia Nasi, Juana Millán, Ada Lovelace, Fermina Orduña y Cesárea Garbuno Arizmendi, no esperaron a que la sociedad les diera permiso, simplemente, actuaron.
Gracia Nasi, una comerciante y banquera del siglo XVI, aprovechó su conocimiento financiero para crear una red de apoyo a judíos sefardíes perseguidos por la Inquisición. No solo desafió las restricciones impuestas a su género, sino que utilizó el comercio como una herramienta de resistencia y libertad. En una línea similar, Juana Millán fue pionera en la herrería en España, un oficio exclusivamente masculino, demostrando que la destreza y la determinación podían abrir cualquier puerta.
Más adelante, en el siglo XIX, Ada Lovelace usó su intelecto para desarrollar lo que hoy se reconoce como el primer programa de computación, adelantándose a su época en un campo dominado por hombres. En México, Fermina Orduña se convirtió en la primera mujer en patentar un invento, demostrando que la innovación no tenía género. Asimismo, Cesárea Garbuno Arizmendi desafió las normas establecidas al abrirse paso en el ámbito empresarial y dejar un legado en la industria.
Estas historias evidencian que la mujer no ha sido un sujeto pasivo de la historia, sino que aquellas que tomaron decisiones estratégicas lograron liberarse de las limitaciones impuestas. El verdadero problema no ha sido la opresión absoluta, sino la falta de decisiones firmes en ciertos contextos. Hoy, el emprendimiento sigue siendo una vía de autonomía para muchas mujeres. La clave está en tomar acción, porque la historia ha demostrado que quienes lo hacen, dejan huella.