Bueno, pues ya estaría. El sueño de toda mi vida se vio cumplido en el momento que me llamaron para decirme que me había tocado un potro de una yeguada de Palencia en la revista Ecuestre. ¡Imaginaos!
Yo, en parte tenía una ilusión desmedida y, por otro lado, recordaba la escena de una peli, la de “Barrio”, en la que unos chavales se ven sorprendidos porque viven en un barrio de trabajadores de Carabanchel muy modesto y les toca una moto de agua que así, de momento, solo se les ocurre atarla a una farola con un candado para que no se la roben, pero vamos que playa o lago en Carabanchel como que quedaban bastante lejos, jejejeje
Pues un poco rara si me sentía, y ya cuando me confirman que tengo que contratar un van o camión para ir a recogerlo y que me lo traigan al sitio donde vaya a vivir cerca mío, ahí es cuando me di mucha, mucha cuenta de que un caballo es una responsabilidad. Que no es un regalo gratis, que al final no es solo comprarlo o que te lo den, es mantenerlo, cuidarlo, que le atienda un veterinario, que pueda moverse, no meterlo en una cuadra para condenarlo a vivir enjaulado y que tengas todas sus necesidades cubiertas.
Que cuando lo vi por primera vez en su entorno, donde había nacido, en Cervera de Pisuerga, cerca del río en unos campos verdes y maravillosos, de extensión infinita. Entonces supe que ser dueño de un caballo es ser consciente de que tienes que entregarle tiempo, dinero y responsabilidad. Yo me decía, – tengo que darle la mejor vida posible, ya que él no ha elegido dejar de vivir en la montaña palentina para irse a vivir a la sierra de Madrid. Tiene que alimentarse bien, es un potro y debe desarrollarse con salud. Y yo soy su máxima responsable y su “madre” humana.
Pero bueno, allá que fui, a Cervera de Pisuerga a conocer España y en concreto a esa zona de la que ni había oído hablar. Nos fuimos a Palencia con un señor detrás que conducía en el remolque en el que viajaría de vuelta a casa mi Nevadito, un potro de 8 meses y con una “madre” humana dispuesta a entregarle todo lo que necesitara.
Continuará …