Sin duda una de las semanas más duras de mi vida
Haciendo un esfuerzo para no acabar deprimida
Cinco años hablando con mi hija cada día
Y los tres años de mi pequeño lagartija
Llamo y llamo, y vuelvo a llamar
Pero en el otro lado deciden colgar
Da igual si mando email o pongo un WhatsApp
La misma respuesta: “con ellos no vas a hablar”
Tristeza, ansiedad, insomnio y malestar
Que con una simple llamada se pueden arreglar
Pero es más fuerte el rencor
Y el gusto por infringir dolor
Que la felicidad de unos hijos y de una madre llena de amor
Gracias semana por terminar
Y devolverme a mis niños para abrazar
Besar, adorar, hablar y sobre todo amar
Y a pesar de lo vivido
Una lección si he aprendido
Haz lo correcto y lo que te dicte tu corazón
Porque la felicidad de mis hijos no se consigue con el rencor
“Llama, llama, y vuelve a llamar”
“Que si quieres hablar con tus hijos, en mi casa
nadie te va a colgar”
3 respuestas
Elena :después de un día triste llega un día feliz,,y como dices muchas veces a cada uno le llegará su karma, has sobrevivido a esa terrible tormenta, y ahora estás en tu hermosa primavera.disfruta de ella.muchos besos te queremos.
Muchas gracias por tus palabras papá!! Y pienso igual que tú. Tenemos días buenos y días malos, y de los malos tenemos que aprender y de lo buenos disfrutar. Un besazo grande, os quiero. Elena Ramírez
Reconozco todo lo que cuentas, mis hijas ya tienen 21 y 19 y en mi caso v a hacer 10 años que me divorcié y él incumplió las visitas y mis hijas pidiendo amor.
Sabes que? Es cierto lo del karma; ahora quiere recuperalas y ellas no están por la labor.
Un abrazo compi