Día de la Mujer

Querida lectora, ¿te he contado alguna vez lo que mi vecina representa para mí? Es, sin duda, la mujer que todas llevamos dentro. Fuerte, emprendedora, madre, esposa, amiga, y sobre todo, ¡siempre impecable! Pero te voy a confesar algo: mi vecina no es tan perfecta como parece. En sus ojos brillan las mismas inseguridades que las nuestras, y las batallas que libra en su día a día no son tan diferentes de las que enfrentamos todas las mujeres, aunque nadie las vea.

Este Día de la Mujer quiero rendirle homenaje a todas esas historias que nunca contamos, esas que se nos quedan dentro porque, al final, entre las obligaciones del día a día, no tenemos ni tiempo ni espacio para ser vulnerables. Pero hoy, me voy a atrever a compartir la historia de mi vecina, esa mujer que nunca para, que se rompe pero sigue, que lucha cada día para ser mejor pero que, a veces, solo necesita poner una pausa, respirar y recordarse que está bien no estar bien todo el tiempo, ni intentar ser mejor.

Mi vecina siempre ha sido una mujer enamorada de la vida. Cuando era joven, disfrutaba de las noches eternas de baile, como cualquier otra chica de su edad. Lo que ahora parece un lujo, en su momento era simplemente parte de su rutina. Pero el tiempo pasa, las responsabilidades aumentan, y lo que antes era habitual ahora parece casi un sueño lejano.

Este Día de la Mujer me hace pensar en todas esas veces que intentamos ser la mujer perfecta: la madre, la esposa, la amiga, la profesional, la que nunca falla. Pero lo cierto es que, como mi vecina, muchas veces nos olvidamos de lo que realmente importa: ser reales, auténticas, felices y sobre todo darnos cuenta que somos humanas y que a veces no podemos con todo, y eso está bien.

Este Día de la Mujer, recordemos que todas tenemos historias como la de mi vecina: momentos de vulnerabilidad, de lucha, de risas y de lágrimas. Pero al final, lo importante es que seguimos adelante.

Feliz Día de la Mujer. ¡Porque somos fuertes, pero sobre todo somos simplemente mujeres, una mujer cualquiera, y eso ya es motivo de celebración!