Una vez más, te “dejé con la miel en los labios” y tuve que cortarte el capítulo anterior. Una vez más mis disculpas querid@ amig@.
A mi favor, te diré que quise darte tantos detalles, para que comprendieses bien la situación que me hizo cambiar de vida por completo y buscar “aventuras” en una gran ciudad donde nunca antes había vivido.
No fue fácil tomar la decisión. Tenía un “puestazo” de trabajo donde además de buena nómina era muy bien reconocida y valorada en ese mundo de la “Visita Médica”. Tenía y tengo grandes amigos que salieron de allí. Amigos que me operaron y me pusieron mi prótesis de cadera hace unos años, o que me infiltraron el hombro varias veces después de tener un accidente de coche, o ayudaros a mi hermano o a mi padre en otras dolencias. Es decir, amigos de verdad, qué están ahí cuando les necesitas al igual que yo estaré siempre, cuando me necesiten. A pesar de la distancia y a pesar de que no hablemos en años. Pero ellos lo saben, y yo lo sé. Podría dar tantos nombres, pero si tengo que nombrar a los que más me han marcado en mi etapa de visitadora, podrían ser: Fer, Roberto, Sonia, Teresa, Alberto, Dani, Pilar (por partida doble), Miguel, David, Manuel, y tantos otros que formaron parte de mi grupo de amigos, viajes, congresos, comidas, charlas, qué tiempos aquellos y qué aprendizaje más grande para mí como profesional y como persona adulta que pasé a ser en esa época.
Lo tenía todo, a mi familia, amig@s, juventud, belleza, dinero, viajes, reconocimiento, vivía sola de alquiler, sin necesidad de compartir piso, el coche de mi vida (BMW 328 coupé).
Pero no tenía lo más importante mi Felicidad. Con la muerte de Jorge y de Cristina, me había dado cuenta que me faltaban muchas cosas por vivir, explorar…y tenía que hacerlas ya, porque no sabía hasta cuándo estaría en este mundo. Sí suena tremendista. Pero si de un día para el otro pierdes a un amigo en tus propios brazos, creéme que tu visión de la vida cambia por completo. Deseo de corazón que esa experiencia quede en lo que lees en mis letras y nunca tengas que vivirla.
Pues allí estaba yo, como Paco Martinez Soria en la capital… No sabía ni viajar en metro.. es más creo que en los 14 años que llevo en Madrid, he pisado el metro tres veces (con eso te lo digo todo).
Me busqué la vida enseguida. Para eso no se me caen los anillos. Si tengo que trabajar, trabajo, y aprendo rápido. Así que mientras trabajaba para la empresa de una amiga que estaba preparando un programa de animación para vender a Clubes de Fútbol, por las noches me ganaba la vida como Relaciones Públicas organizando las fiestas de los deportistas. Sí, lo que oyes… podría hablarte de muchas muchas fiestas a las que te encantaría haber estado… y muchas otras en las que no, jejeje. Pero no te hablaré de ninguna. Lo que allí ví, se queda en mí, y por eso fuí una de las Relaciones Públicas más valorada y remunerada de Madrid durante unos cuantos años, porque yo jamás hablaba de lo que en las fiestas pasaba. Allá cada uno con sus conciencias, yo puedo decir que la mía estaba bien tranquila 🙂.
Tengo que decir que me llevé también muy buenos amigos de esa época, Raúl, Juanma, Jesús, Rubi, David de la Fuente, Lorenzo, Ivan Garrido, Yeiko, Cristina, Arturo, Edu, y también muchos deportistas con los que sigo en contacto y que siempre tendrán un lugar en mi corazón como grandes amigos que han sido.
Pero esa época tenía que terminar, vivir durmiendo 5 horas al día porque tienes dos trabajos (el diurno y el nocturno) no tenía mucho futuro, hasta que 3 años después decidí dedicarme al marketing y mi amigo Borja me dió esa oportunidad.
Empecé en Sentisis una herramienta de escucha de Redes Sociales. Por aquellos entonces se la estaba empezando a conocer. Ahora es ya lo más de lo más. De ahí me dió la oportunidad José Manuel Otero en la gran Trazada Marketing de QdQ Media. Y ahí empezó a gustarme de verdad el Mundo Digital, aunque lo que me gustaba de verdad era escribir…
Pero las cosas cambiaron de nuevo. Un nuevo giro a mi vida iba a llegar que pondría todo “patas arriba”. Era hora de asentar la cabeza y formar mi propia familia…
Pero esto será la semana que viene. Lo siento amig@, pero merecerá la pena la espera, te lo aseguro.
Un besito grande y buena semana
