¡Hola, querid@ friki y amante de la Tierra Media!
Hoy te traigo un post que hará que tu corazón lata al ritmo de los tambores de Moria. Vamos a hablar de la saga épica que ha marcado generaciones: ¡El Señor de los Anillos! Como buena friki y rubia apasionada de las historias de fantasía, no podía dejar de compartir contigo mis aventuras en la Tierra Media, y cómo he contagiado esta pasión a mis hijos.
Un viaje inesperado
Todo comenzó una tarde lluviosa, ideal para un maratón de películas. Mis hijos, Ale y Oli, me miraban con ojos curiosos mientras yo sacaba de la estantería la edición extendida de “La Comunidad del Anillo” (sí, la tengo… y sí, tengo la versión extendida, y sé que en HBO las tengo todas, pero no es lo mismo…jejeje). Les expliqué que estábamos a punto de embarcarnos en un viaje épico, donde el bien y el mal se enfrentan en una batalla sin fin, y donde un anillo para gobernarlos a todos debía ser destruido.
La Compañía de la Rubia Friki
Ver la cara de asombro de mis hijos al conocer a Frodo, Sam, Gandalf y compañía fue simplemente mágico. Cada personaje se convirtió en un nuevo amigo para ellos. Oli, con su espíritu valiente, se identificó rápidamente con Aragorn, mientras que Ale, siempre soñadora como su madre (la menda), quedó fascinada con los elfos, especialmente con Légolas (ainsss Légolas…cómo me ha gustado a mi siempre…). Y yo, por supuesto, no pude evitar sentirme como Galadriel, la sabia y poderosa elfa (y su glamour, claro).
“¡Corred, insensatos!”
Uno de los momentos más divertidos fue cuando llegamos a la escena del Puente de Khazad-dûm. Mientras Gandalf gritaba “¡Corred, insensatos!”, Oli se levantó y empezó a correr por el salón gritando lo mismo. Ale, que es más cerebral, se quedó reflexionando sobre el sacrificio de Gandalf, preguntándome si realmente había caído o si volvería más adelante. Ah, la inocencia de mis pequeños hobbits. (No te diré qué pasa para no hacerte spoiler…pero es delito si aún no has visto estas tres maravillosas películas).
La batalla de los campos del Pelennor… en el salón
Otro momento épico fue recrear la Batalla de los Campos del Pelennor en nuestro salón. Ale y Oli (la salsa de mi vida…literal, jeje), armados con espadas de juguete, se enfrentaban a los “orcos” (que eran en realidad cojines y almohadas) mientras yo, subida en una silla, hacía de Éowyn gritando “¡Yo no soy un hombre!” cada vez que derribaban a un cojín.
Las frases épicas nunca faltan
En casa ya hemos adoptado algunas de las frases más icónicas de la saga para nuestro día a día. “Que la luz de Eärendil te guíe” es lo que digo cuando los dejo en el colegio (hace unas semanas nuestra frase era: “que la fuerza te acompañe” de Stars Wars, y hace unos meses “Estaré aquí mismo” de ET, jejeje). Y si alguien no quiere terminar su comida, siempre está la advertencia: “¡Puedes comer, o ser devorado por un Balrog, tú decides!” (no me juzgues, que seguro que tú le has dicho a tus hijos cosas peores xD, jeje).
Anécdotas y momentos inolvidables
Uno de los momentos más inolvidables fue cuando Ale decidió que sería divertido escalar “El Monte del Destino” (nuestro sofá) con el Anillo Único en mano, mientras Oli hacía de Gollum intentando arrebatárselo. Fue una mezcla de risas, caídas y mucha diversión. Otro día, mientras veíamos “El Retorno del Rey”, Oli se emocionó tanto con la llegada de los Rohirrim a la batalla que empezó a cabalgar un cojín por el salón gritando “¡Por Rohan!”.
El legado de Tolkien en nuestras vidas
Ver la saga de El Señor de los Anillos con mis hijos no solo ha sido un viaje épico, sino también una forma de compartir con ellos el amor por las historias que te transportan a otros mundos. Ellos han aprendido sobre la amistad, el coraje y la importancia de luchar por lo que es correcto, todo mientras se divierten y se sumergen en la magia de la Tierra Media.
¡Únete a la conversación, frikis de la Tierra Media!
Y ahora, querid@ amig@ friki, es tu turno. ¿Has introducido a tus hijos en la saga de El Señor de los Anillos? ¿Cuál es tu personaje favorito? ¿Alguna anécdota divertida que quieras compartir? Deja tus comentarios y cuéntame todo. ¡Nos vemos en el próximo post de “Un Rincón para el Friki”! ¡Que la luz de Eärendil te guíe siempre!