Cómo ser madre, profesora y artista y no morir en el intento

Hola querid@ lectora,

Estoy encantada de pertenecer a este Equipazo de Mujeres Cualquiera. Un millón de gracias a Elena por abrirme esta ventana, Mujer y Arte, desde la que os contaré las aventuras y desventuras de una Mujer Cualquiera, que en su día, desde muy pequeñita, quiso ser artista, después quiso formar una familia, quiso sacarse unas oposiciones y ser profesora de instituto para mantener a esa familia, quiso exponer en muchos lugares del mundo… una mujer que siempre quiso y sigue queriendo hacer cosas. Y con la varita mágica, que supone la constancia y la organización, consiguió hacer todas esas cosas. 

Os hablaré del esfuerzo titánico que supone cada día llevar adelante todos estos roles, a los que se unen, cuidarte, cuidar tu casa, cuidar a tu familia, etc. Os hablaré de aquellas Mujeres Cualquiera, como yo, que nadie o muy pocos conocemos y que nos abrieron las puertas. Os hablaré de todo lo que aún queda por hacer para que en el mundo de las artes Mujeres y Hombres tengamos las mismas oportunidades. Os hablaré de Arte, de Mujeres Artistas, de técnicas y de estilos. Os hablaré de exposiciones, de museos y de galerías. Pero sobre todo os hablaré de las experiencias vividas, de las buenas y de las malas, en este difícil mundo de querer volar muy alto con tu pintura, en este difícil mundo de creer en una misma, para intentar que los demás crean en tí. 

En este post y apartando el ego, empezaré por hablaros un poquito más de mí y de cómo a día de hoy, que alcanzo ya el medio siglo y presumo de ello, puedo mirar atrás y ver cómo esta aventura ha sido, al menos, apasionante. 

Recuerdo aquella vez, hará unos 22 años, cuando aún pintaba todo aquello que me parecía bello, nadando por muchos universos buscando aquel en el que me sintiera más cómoda. Estaba pintando en un pequeño estudio improvisado en casa, las uvas de un bodegón, pero no me terminaban de salir como yo quería. Mi hijo mayor, que entonces tendría algo menos de un año, empezó a llorar y no tuve otra que ponérmelo al pecho y seguir pintando, en ese momento de relajación absoluta en el que notas como tu hijo se calma, pude conseguir darle el toque que buscaba en esas uvas. Quizá por eso, siempre, aunque he cambiado de residencia, desde que nació el primero de mis tres hijos, he tenido mi estudio en casa. 

Pintar, mientras das el pecho, pones una lavadora o haces la comida han sido y siguen siendo algo cotidiano en mi día a día. Ser Mujer, Madre, Profesora y Artista es eso. Es tener el día completo, soñar con seguir aprendiendo en cada pincelada y en cada clase, aprovechar cada hora y sobre todo organizarte. No dejar nunca para mañana lo que puedas hacer en ese momento. Y aunque quizá sea lo más complicado, conseguir ser Madre a tiempo completo, profesora en el instituto y artista en tu estudio. No pensar en tus cuadros y tus exposiciones mientras estás en clase y no pensar en tus clases mientras estás en el estudio. Es un ejercicio mental que se aprende con los años y que te da las claves para poder realizar ambas cosas. A veces en alguna que otra entrevista me han preguntado que soy más, profesora o artista, y siempre contesto lo mismo, soy cada cosa donde debo serla y todo a la vez. 

Hay una idea equivocada de que las Mujeres (y los hombres) que no nos dedicamos al 100% a la creación, quizá seamos menos artistas, cuando sinceramente pienso que puede ser todo lo contrario. No necesito vender o recibir encargos para mantener mi casa, por lo que  me puedo permitir el lujo de  pintar y crear lo que me apetezca. En estos últimos años estoy centrada en la Mujer como inspiración, en la sororidad que existe entre nosotras, en la empatía y las raíces que nos unen, aunque de esto os hablaré en mi próximo post. 

Si habéis llegado hasta aquí, os doy las gracias y espero que me sigáis leyendo cada semana. ¡Hasta la próxima!