l 23 de abril está marcado en el calendario como Día del Libro y Fiesta de Sant Jordi. Es una fecha señalada por la UNESCO porque en este día se conmemora el fallecimiento de dos genios universales de la literatura, Miguel de Cervantes y William Shakespeare, en 1616. Las fechas de sus muertes variaron según los ajustes de los calendarios juliano y gregoriano, pero es una convención aceptada internacionalmente para impulsar el gusto popular por la lectura. Por otro lado, San Jorge es un santo patrón que se festeja en varias regiones de Europa. Su imagen es el símbolo de la lucha heroica contra las fuerzas del mal, contra el pecado, contra el maligno, representado todo ello con un dragón según la iconografía tradicional. La leyenda medieval cuenta que San Jorge era un caballero que rescató a una princesa de las garras de un monstruo terrible. El caballero se enfrentó a él con valentía, en combate desigual, y atacó con su lanza a la bestia; cuando el dragón cayó a tierra mal herido y derrotado brotó milagrosamente un rosal de flores rojas de su sangre. Como muestra de su nobleza de espíritu, el caballero cortó la rosa más hermosa y se la ofreció a la princesa en un gesto galante.
En nuestros tiempos actuales los caballeros andantes no ofrecen rosas rojas a las damas después del torneo, aunque algunas tradiciones permanecen embelleciendo la memoria de la leyenda. La costumbre de regalar rosas rojas se ha generalizado como hecho cultural, a modo de refinamiento de espíritu y de amor. En Cataluña, incluir una espiga de trigo junto a la rosa es un signo de prosperidad y fertilidad, haciendo más rica la imagen que va asociada a las tradiciones locales relacionadas con el hecho diferencial cultural. La fiesta se celebra en la calle, donde los autores firman libros a los lectores, se debate sobre la diversidad de los géneros literarios y se discute acerca del mercado editorial.
Según datos del Ministerio de Cultura de 2022, el 69% de las personas que leen son mujeres. Nosotras leemos más, pero publicamos menos o así ha sido hasta el momento presente. Es posible que estas circunstancias estén cambiando y ello explicaría el boom reciente de escritoras. Parece que a partir de 2019 se empezaron a cambiar las tornas. El panorama editorial tuvo que variar y rendirse a la evidencia de que las escritoras son más, se leen más, hay más editoriales que se ocupan de ellas y tienen más mercado. el mundo anglosajón ya ha aceptado que la literatura de-por-para mujeres juega un papel cada vez más importante en el mundo editorial y quizá sirva de modelo para nuestro mercado. Ya veremos si estamos ante una tendencia consolidada, una moda pasajera o una cuota más.
De momento, la recomendación, la pasión y el espíritu es leer siempre que podamos y todo lo que queramos.