Queridas lectoras! En la última publicación hablábamos sobre la importancia de tratarnos bien a nosotras mismas. Si te lo perdiste, te invito a leerlo pues en este post avanzaremos sobre esa base.

En este artículo, me gustaría proponerte una reflexión, sobre tus vivencias emocionales, para seguir profundizando en el autoconocimiento, tan importante para el bienestar emocional.

Recientemente he creado un canal en whatsapp que se llama “Bienestar y Desarrollo” donde lanzo retos semanales para la reflexión, y en el último, invitaba a las lectoras a reflexionar sobre estas diferencias, y como aquí me puedo explayar un poquito más, os cuento:

Dicen que cada persona es un mundo, y así es, por muchos humanos que haya en el mundo, dudo que podamos encontrar a dos que compartan el 100% de la red neuronal, o la forma de ser. Y, en este sentido, la forma en la que cada persona vive las cosas es también diferente: la experiencia emocional.

Hay quienes tradicionalmente decimos “son de mecha corta”, mientras que otras personas van aguantando y aguantando hasta “explotar”. No siempre es todo cuestión de extremos y por eso, la mayoría de las personas nos encontramos en vivencias intermedias, pero lo que os propongo es que durante esta semana, tratéis de auto-observaros para que podáis responder a la pregunta que os lanzo: ¿Cómo reaccionas emocionalmente? 

Cuando te enfadas, por ejemplo, saltas enseguida y luego se te pasa rápido, o te sientes un poco atrapada en esa emoción un buen rato e incluso el resto del día. 

Si os parece, en el siguiente post iremos hablando de cómo gestionar esas emociones, pero empecemos por lo básico: saber cómo funcionan en ti.

Si te ha gustado mi publicación y crees que puedo ayudarte de alguna manera, deja tu comentario y no te pierdas la próxima entrada. Te estaré esperando 🙂 

Atentamente: tu entrenadora personal (de la mente)