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Confesiones de una Mamá por adopción: Capítulo 3

Confesiones de una Mamá por adopción: Capítulo 3

Mamá por adopción

¿ Estás considerando la adopción como vía para ser madre o padre o se te pasa en algún momento por tu cabeza esa idea?

En mi caso fue así, sentí que había llegado el momento de ser madre y elegí la adopción como vía para serlo. Tomar la decisión y llevarla a la práctica no es lo mismo. Para mí no fue nada sencillo. La idea de adoptar pasaba un día por mi mente y después dejaba pasar los días sin hacer nada al respecto, hasta que otro día la idea de la adopción me asaltaba una vez más. 

Recuerdo que uno de esos días que me asaltó la idea de adoptar, empecé a buscar por internet y aterricé en una web donde facilitaban información de las adopciones en Rusia. Sin pensarlo mucho, les llamé y cogí una cita para tener mayor información. Después de haber acudido a la cita y que me informasen sobre los requisitos de la adopción en ese país, la idea me asustó y dejé pasar casi un año procrastinando la decisión de coger el teléfono y obtener mayor información en los Servicios Sociales del Ayuntamiento de la ciudad donde vivía.

Posteriormente cuando ya me metí en el proceso de adopción, me pregunté el porqué había aplazado el hecho de tomar acción respecto a mi decisión de adoptar si realmente quería ser madre y lo deseaba con ansia. He pensado que postergaba llevar a cabo la decisión que había tomado  porque ,a pesar de haber elegido  internamente esa opción, me asustaba enormemente enfrentarme a ello ya que desconocía totalmente el proceso sintiéndome muy sola e insegura para poder afrontarlo. 

No tenía ni idea de nada, lo que sabía de adopción se reducía a una idea romántica de adoptar un niño o niña ofreciéndole una familia, simplemente éso. Todo lo que tenía eran dudas, ni conocía cómo era el proceso ni los requisitos para adoptar.

¿Por dónde tenía que empezar? 

Decidí que lo primero que tenía que hacer era obtener  información sobre cuáles eran los primeros pasos, donde tenía que dirigirme, si yo sola como Mujer soltera podía adoptar y por supuesto, saber cuales eran los requisitos. El tiempo pasaba, quería ser Madre y cada día contaba cómo un día más sin ser Mamá.

Me armé de valor para llamar a los Servicios Sociales de mi ciudad y desde allí, me derivaron a la Consejería de la Comunidad con competencias en Asuntos Sociales para obtener toda la información.

 ¡Qué nervios y cuantas emociones bullían dentro de mí al sentir que estaba iniciando una nueva etapa en mi vida!

Un viaje sin retorno donde la ilusión, el miedo y  la ansiedad se codeaban por encontrar su hueco dentro de mí. 

Hoy, querida lectora, en estas líneas te quiero hablar de todo aquello que descubrí cuando inicié ese camino y espero que esa información te pueda ser de interés. Ojalá cuando yo inicié el proceso de adopción alguien me hubiera llevado de la mano y sentada ante un humeante café me hubiera tranquilizado simplemente susurrándome que no estaba sóla.

El proceso de adopción de un niño o niña es muy emocionante y todo un vaivén de emociones en modo montaña rusa te acompañarán durante el proceso. Si tienes un hombro y una mirada amiga donde puedas apoyarte es toda una ventaja.

Las competencias en materia de adopción le corresponden a la Consejería que gestiona las materias de Asuntos Sociales de la Comunidad Autónoma. A través de la web de la Consejería podemos obtener previamente cierta información sobre los requisitos de la adopción nacional o internacional que nos pueden orientar. Además, cada Comunidad Autónoma suele organizar habitualmente sesiones informativas dirigidas a las familias que están considerando la adopción.

Como punto de partida, hemos de saber que se pueden dar dos tipos de adopción, la nacional y la internacional. Cada una cuenta con un proceso diferente. La adopción nacional generalmente es un proceso bastante más largo en el tiempo que la adopción internacional aunque en los últimos años los procesos de adopción internacional se están alargando mucho.

El proceso de adopción nacional es un proceso largo, en primer lugar, porque afortunadamente en España no hay tantos niños adoptables y en segundo lugar, porque transcurre bastante tiempo hasta contar con una sentencia firme de adopción. Por ejemplo, en mi comunidad el proceso puede durar de 5 a 8 años. Si, estás oyendo bien, es un plazo bastante largo. La primera vez que lo oí me angustié, después lo comprendí y lo viví sin angustia.

En cuanto a la adopción internacional, los plazos suelen ser más cortos pero depende del país donde uno dirija la solicitud. Intervienen muchos factores: el tipo de proceso que siga el país, el número de solicitudes que haya, las circunstancias sociales y políticas del país, el número de niños adoptables etc. Este tipo de proceso está cada día más regulado, en parte gracias al Convenio de la Haya relativo a la protección del niño y a la cooperación en materia de adopción internacional vigente desde 1993. La adopción en general  es una materia muy sensible, siempre se garantizará en el proceso y prevalecerá en primer lugar el interés del menor. La administración, tanto la nacional como la de las comunidades autónomas son muy cautelosas con los procesos de adopción internacional de un menor extranjero. Ante cualquier circunstancia extraña o duda en el proceso, suelen cerrar las adopciones con el país hasta que se resuelva la situación que ha generado la paralización.

Para poder adoptar internacionalmente has de cumplir no sólo los requisitos que marca la ley española sino también los requisitos del país en cuestión. Los trámites de cada país son diferentes en función de si el país de origen del menor ha suscrito el Convenio de la Haya o de si hay o no convenio en materia de adopción entre España y el país de que se trate.

El tiempo que se tarda en adoptar a nivel internacional es más rápido aunque puede variar mucho de un expediente a otro según países y los momentos en los que se presente el expediente. La duración del proceso se puede decir que es una incógnita. Cuando yo inicié mi expediente me dijeron que en dos años sería madre por adopción pero, en cambio, no fue mi caso debido a múltiples factores que ocurrieron y que te contaré. En cambio, otras familias sí han adoptado en dos años mientras que a otras familias se les ha alargado el proceso. 

La realidad es que es una carrera de fondo en la que es conveniente  estar informado para seguir estando motivado y no decaer si se presenta algún contratiempo en el proceso.

En el próximo post abordaremos cuáles son los requisitos a cumplir para poder poder realizar un ofrecimiento para la adopción nacional o internacional y en qué consiste el temido “certificado de idoneidad”.

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Pepa Cardona

Hola, soy Pepa, una mujer cualquiera de 56 años. Con más dudas que certezas inicié el camino de la adopción. La voluntad y el deseo de ser madre me alentaron en el camino. En muchas ocasiones necesité apoyo o un alma amiga que hubiese vivido lo mismo que yo y me orientase.  Me gustaría que a través de la realidad de mi experiencia y lo aprendido, mis palabras ayudaran a crear un puente hacia un espacio seguro de acompañamiento, apoyo y orientación para ayudar a quienes están inmersos en el proceso de adopción o están considerando la adopción para formar una familia. Sígueme en “Confesiones de una Mamá por adopción

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