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Diario de una Profe de Instituto: Capitulo II

Diario de una Profe de Instituto: Capitulo II

Los indispensables para la “Mochila” no son materiales

El miércoles empezamos las clases. A las 9 en punto los/as alumnos/as se agolpaban a las puertas del instituto. Se repiten las caras de cansancio, nervios e incertidumbre. Mientras tanto, en la sala de profesores, el ritmo es incesante. El director reparte las últimas listas, fotografías, horarios y emplaza a los tutores a que acudan al patio y acojan a sus estudiantes con la mejor de las sonrisas. Se abren las puertas del centro y las emociones lo inundan todo. Empiezo a ver subir a mis pequeños estudiantes de 1ºESO cargados con sus mochilas y carteras a rebosar. Una de mis compañeras afirma “que pequeños son”. A lo que yo respondo “tendremos la suerte de verlos crecer”.

Y es cierto pero, de momento, solo se ve una gran mochila y dos patitas enfilando la escalera. ¿Qué llevan en ellas? Seguramente tú has sido una de las madres que ha estado pendiente de que no le falte de nada: libros, carpetas, estuche, calculadora. Has puesto tu atención en la ropa, el peinado, el bocadillo y los materiales. A la salida de casa, al recogerle el autobús o en la misma puerta del instituto le has visto partir y has pensado, con alivio: “lo lleva todo”. Pero ¿estás segura? ¿Has mirado dentro de esa cabeza o de su corazón? ¿Te has preguntado como tu hijo/a afronta el curso? ¿Cuáles son sus miedos, sus retos, sus objetivos? ¿O te has quedado en la superficie de sus zapatillas recién estrenadas? 

Pues bien, te propongo hacer una lista con lo esencial que sí debe llevar tu hijo/a al centro escolar:

  • Con el número 1: Respeto. Al llegar al aula se encontrará con algunos de sus amigos/as, pero también con compañeros y profesores nuevos. La primera impresión será un juicio hacia su ropa, su cara, su actitud, sus palabras.
  • Con el número 2: Empatía. Juzgar es sencillo y barato. ¿Por qué no tratar de ponernos en el lugar del otro? ¿por qué no ayudarle? ¿por qué no preguntarle? Las realidades en un aula son muy diversas y complicadas. Cada persona es un mundo y cada familia, un universo (en expansión). No permitas que tu hijo/a encasille al nuevo como raro, torpe o despistado. Hazle entender que es su primer día en el centro y que un consejo le sacará la mejor de las sonrisas. 
  • Con el número 3: Responsabilidad. Los/as alumnos/as y más aún los adolescentes detestan esta palabra. Ser responsable suena aburrido e impersonal. Pero ya no hablo de la responsabilidad en el estudio o en llevar a clase los deberes hechos. Me refiero a ser responsables de sus actos, de sus comentarios, miradas y actitudes. A veces habrán actuado sin pensarlo. Pero no son tontos/as. Saben perfectamente las consecuencias de sus actos y deben aprender a rectificar y pedir perdón. Tal vez los mayores, también, tengamos que dar ejemplo, en una sociedad que no reconoce el error. 

¿Y qué no deben llevar al centro escolar? Odio, rencor, apatía y dispositivos móviles. Sí, hemos llegado al tema más polémico de la semana. El móvil, querida mamá, es una herramienta que puede ser útil para socializar, para saber dónde están nuestros hijos, si están bien, etc. También puede ser un recurso educativo excepcional, pero solo si la profesora lo demanda como material del aula. El resto del tiempo que tu hijo/a utiliza el móvil en el recinto escolar será un riesgo para él y para ti, que como padre o madre, tienes su tutela y la responsabilidad de sus actos. Las aplicaciones que tu hijo/a utiliza (Whatsapp, Instagram, Telegram, TikTok) están restringidas a una determinada edad (mayores de 16 años) y si le permites tenerlas descargadas en su móvil, te estás saltando la ley. El paso siguiente puede ser un comentario desafortunado en las redes o una fotografía, no muy apropiada, en el equipo de amigos de clase y una llamada de la guardia civil por estar implicado en un caso de bullying.  

A lo largo de estos años, me he topado con madres y padres que dan acceso sin ninguna supervisión a sus hijos/as en este mundo tecnológico sin preparación. El móvil en manos de un adolescentes es un arma de doble filo si no saben cómo utilizarlo. ¿Y de quién es la responsabilidad? ¿Acaso dejarías a un niño de 3 años en una habitación con un cuchillo de cocina a su alcance? No, me dirás. No soy una irresponsable. Entonces, ¿por qué consentimos que nuestros jóvenes campen a sus anchas por las redes, creen grupos de Whatsapp sin supervisión o abran una cuenta en TikTok para reírse del compañero “nuevo” de clase? ¿Por qué nos enerva el acoso si ponemos en su mano la máquina que lo pone en marcha? 

El móvil no debe estar en la mochila de nuestros hijos cuando llegan al instituto. Nadie les escribirá en horas de clase pues sus amigos/as están en el aula contigua. Bueno, de esto no puedo estar tan segura. En más de una ocasión un Whatsapp ha sonado en mi aula. He tenido que parar la explicación, pedir al alumno/a que lo apagara y que, por favor, lo llevara a Dirección, donde se custodia el dispositivo hasta el final de la mañana. Una vez terminada la clase, le preguntó al alumno, ¿se puede saber quién te ha llamado si estás en clase? Y la respuesta ha sido: mi madre. 

Querida amiga y mamá, revisa la mochila de tu hijo/a al salir para el instituto, no la material (que pesa) sino la del alma (que puede asfixiarlos). Aleja el móvil y carga el corazón de tu hijo/a con respeto, empatía y responsabilidad; y así tú y yo “tendremos la suerte de verlos crecer”.

Clara Hernando

Me llamo Clara Hernando, tengo 38 años y no tengo hijos. Bueno, no los tengo bajo mi tutela pero me rodeo de 250 adolescentes cada día a los que odio y amo a la vez. Soy profe de instituto, pero no uno cualquiera: un centro rural de esos que se van agotando en nuestra España vaciada. También soy Arqueóloga, y me apasiona. El curso empieza ya, puedes acompañarme en “Diario de una Profe de Instituto y en Una Arqueóloga en mi Jardín”.

Clara Hernando

3 comentarios en «Diario de una Profe de Instituto: Capitulo II»

  1. Clara, me ha gustado mucho tu publicación. A veces los padres vamos cegados en el día a día y no nos damos cuenta de los verdaderos peligros que aunque parezcan ocultos, están a la vista de todos… como es el uso de los móviles sin control ninguno por parte de nuestros pequeños. Te agradezco la claridad y dureza de tus letras, porque es lo que necesitamos para reaccionar. Un besito. Elena Ramírez

  2. Vivimos en una sociedad en la que los propios adultos no entienden de respeto ni de empatía, lo cual hace mucho más difícil transmitirselo a un adolescente. Admiro mucho tu trabajo porque no es nada fácil. Gracias por tus consejos compañera

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